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TRIBUNALES

Un testigo clave para identificar a un etarra que iba a matar en Pamplona se niega a declarar sin disfraz

El etarra Jorge Olaiz está acusado de intentar matar al concejal de UPN Ruiz de Langarica, pero podría quedar libre si no declara el testigo.

GRA039. MADRID, 04/04/2016.- El exintegrante del comando Amaiur de ETA Jorge Olaiz, durante su declaración en la Audiencia Nacional, donde hoy se le juzga por tratar de matar en el 2000 al concejal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona Miguel Ángel Ruiz Langarica, hechos por los que se enfrenta a una petición del fiscal de 15 años de cárcel. Olaiz, que fue puesto en libertad en 2014 tras cumplir casi trece años en prisión tras ser detenido en 2001 por un tiroteo con la Guardia Civil en Pamplona, ingresó en prisión hace un año por este intento de asesinato al ser reconocido por un testigo como la persona que logró huir del lugar de los hechos. EFE/Emilio Naranjo ***POOL***
El exintegrante del comando Amaiur de ETA Jorge Olaiz, durante su declaración en la Audiencia Nacional, donde se le juzga por tratar de matar en el 2000 al concejal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona Miguel Ángel Ruiz Langarica, hechos por los q

El testigo clave que identificó al miembro de ETA Jorge Olaiz esperando en la calle para matar a un edil de UPN en Pamplona se ha negado hoy a testificar en el juicio contra el etarra sin ocultar su cara con peluca y gafas de sol, por miedo a que atenten contra su vida o la de su familia.

La acusación contra Olaiz se basa precisamente en la declaración de este testigo, que evitó el atentado porque el día del intento de asesinato, al ver al acusado y a otro etarra cerca de la casa del edil Miguel Ángel Ruiz Langarica en actitud sospechosa, alertó a una patrulla de la Policía Nacional.

El testigo ha acudido a la vista con gafas de sol, barba y peluca postiza, ante lo que la abogada de Olaiz ha protestado recordando que su defendido tiene derecho a verle. La presidenta del tribunal le ha instado entonces a quitarse esos elementos.

El hombre se ha negado a hacerlo porque, ha dicho, no puede "arriesgar su vida". "Me expongo a que me puedan meter dos tiros por la espalda, que era lo que pretendía esta gente".

El fiscal ha apoyado que se deshiciera del disfraz porque ya se ha ocultado su nombre y el testigo ha alegado un "temor general" y no una amenaza particular, al tiempo que ha recordado que si el acusado no le ve, la declaración podría ser declarada nula.

Ha pedido entonces al tribunal que suspendiera hasta mañana la sesión y se le diera así tiempo de reflexionar, ante lo que el testigo ha dicho que no iba a cambiar de opinión ni se iba a quitar "nada".

"Yo ya estoy satisfecho de que reconocí a la persona y salvé la vida de una persona. He salvado a una vida, ya me vale (...). No puedo arriesgar mi vida y la de mi familia, van detrás, ya me han hecho alguna seña", ha añadido.

Finalmente, el testigo se ha ido sin declarar pero la magistrada presidenta le ha avisado de que podría tener que volver el martes, cuando el fiscal expondrá su postura acerca de la posibilidad de que declare disfrazado

El juicio ha comenzado con la declaración del etarra, que fue puesto en libertad en 2014 tras cumplir casi trece años en prisión después de ser detenido en 2001 por un tiroteo con la Guardia Civil en Pamplona.

Olaiz, que se enfrenta a 15 años de cárcel por estos hechos, ingresó en prisión hace un año por este intento de asesinato tras ser reconocido por el testigo como la persona que logró huir del lugar en el que él y su compañero de comando, Iñaki Beaumont, iban a cometer el atentado.

Sin embargo, hoy ha dicho al tribunal que no conocía al edil ni tenía "referencias de él" y que tampoco sabía que fuera el dueño de una empresa vinculada con la que él trabajaba.

Ha explicado que el día en que supuestamente trató de matar a Ruiz Langarica él se encontraba desayunando en el casco histórico de Pamplona y poco después conoció la noticia de que habían detenido a su amigo Beaumont, por lo que fue a casa de la madre de éste para confirmar el arresto.

Ha negado además haber integrado el comando Amaiur con Beaumont, del que ha dicho que desconocía que fuera miembro de ETA.

Pese a ello, ha admitido que se sintió agobiado por la detención de Beaumont, se ocultó en varios domicilios de Pamplona y luego se fue a Francia.

De hecho, todos los amigos que le dieron alojamiento a partir del día en que se produjo el intento de asesinato del edil fueron condenados por colaboración con ETA.

Por este atentado frustrado ya fue condenado Beaumont, mientras que para Olaiz la causa se sobreseyó en 2002 por falta de pruebas contra él, pese a haber sido procesado en febrero de 2001 por su presunta vinculación con esta tentativa de asesinato.

Ha declarado también Ruiz de Langarica, a quien los etarras planeaban matar, que ha afirmado que a raíz de ese día tuvo que vivir con escolta y dejar su trabajo "por prescripción del médico".

"Lo pasé mal y lo sigo pasando mal, a veces muy mal. Cuando salgo de casa lo primero que me encuentro es donde yo parece ser que iba a caer", ha dicho emocionad.


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Un testigo clave para identificar a un etarra que iba a matar en Pamplona se niega a declarar sin disfraz