El juzgado los ha condenado por dos delitos relativos a la protección de la fauna y les obliga a indemnizar a Navarra con 67.538,65 euros.
El Juzgado de lo Penal número 2 de Pamplona ha dictado la sentencia del caso de envenenamiento de 138 aves ocurrido en el año 2012 en Tudela y Cintruénigo, y ha condenado a penas de prisión e inhabilitación a tres personas como autores “criminalmente responsables de un delito relativo a la protección de la fauna en la modalidad de caza de especies amenazadas”.
Las penas para cada uno de ellos (los tres con cargos de responsabilidad en las sociedades de cazadores de los cotos donde sucedieron los hechos) son de 2 años y 8 meses de prisión, y de 5 años y 4 meses de inhabilitación especial para “la gestión del aprovechamiento cinegético de cotos de caza, para el oficio de guarda de caza y para el ejercicio del derecho a cazar”. Además, deberán indemnizar de forma conjunta y solidaria a la Comunidad foral en la cantidad de 67.538,65 euros.
La sentencia añade que los hechos declarados probados son constitutivos de dos delitos relativos a la protección de la fauna, uno de ellos en la modalidad de caza de especies amenazadas, y otro en la modalidad de empleo para la caza de veneno.
Los hechos objeto de la sentencia tuvieron lugar entre abril y julio del año 2012, cuando se descubrió el envenenamiento de 138 aves rapaces de especies catalogadas como “vulnerables” o en “peligro de extinción” en los términos de los cotos Montes del Cierzo y Monte Alto de Tudela, y en el coto de Cintruénigo.
Las rapaces que fueron recogidas por los guardas forestales de Tudela eran, en concreto, 108 milanos negros (milvus migrans), 4 milanos reales (milvus milvus) , 2 buitres leonados (gyps fulvus), 1 alimoche (neophron percnopterus), 1 aguilucho lagunero (circus aeroginosus) y 1 busardo ratonero (buteo buteo).
Varias de las aves aparecieron en espacios naturales protegidos, concretamente en la Reserva Natural del Pulguer y en su Zona Periférica de Protección, y también en la Reserva Natural Balsa de Agua Salada.
La sentencia considera probado que la causa de la muerte fue el envenenamiento por fention demeton S-motil, ambas organofosforados “prohibidos desde hace años en España”, que fueron colocadas en acciones repetidas por los condenados, principalmente en el dormidero de milanos situado en el pinar del Culebrete, en el coto Montes de Cierzo, “con el objetivo de eliminar depredadores de especies susceptibles de caza en los cotos, fundamentalmente la perdiz y la liebre”.
