La portavoz de los ocho acusados asegura sentir "vértigo y mucho miedo" por la ratificación del fiscal en los delitos de terrorismo.
La portavoz de las familias de los ocho acusados de la agresión en Alsasua a dos guardias civiles y sus parejas ha asegurado, tras oír al fiscal ratificar las peticiones de cárcel por terrorismo para su hijo y el resto de los investigados, que sienten "vértigo y miedo, mucho miedo".
Isabel Pozueta, madre de Adur Ramírez, ha pronunciado estas palabras a los periodistas al término de la jornada de este jueves de la vista en la que el fiscal ha mantenido su petición de penas de entre 12 y 62 años de prisión.
"Aquí se ha hablado hoy de miedo. Realmente las familias estamos diciendo que desde hace año y medio estamos sintiendo muchísimo miedo porque no teníamos que estar en un tribunal excepcional como es la Audiencia Nacional y porque las consecuencias de las peticiones fiscales son altísimas", ha comentado.
A lo que ha apostillado: "Tenemos muchísimo miedo por las vidas de nuestros hijos e hijas y lo que sentimos es vértigo y miedo, mucho miedo".
Isabel Pozueta ha denunciado "el interés que hay por parte de la Fiscalía de enmarcar esto en un hecho de terrorismo" y que "más que basarse en los hechos de una trifulca de bar se han referido a una historia sobre de dónde procede el Alde Hemendik (Fuera de aquí)", un movimiento para expulsar del País Vasco y Navarra a las Fuerzas de Seguridad del Estado.
A juicio de Pozueta, "han querido justificarlo con hechos políticos que no tienen nada que ver con nuestro caso y hay un interés concreto en volver a plantear el 'todo es ETA'".
DIFUNDEN UN VÍDEO DE DESPUÉS DE LA AGRESIÓN
"Con respecto a las pruebas, ayer presentamos el vídeo grabado por Iñaki Abad (uno de los acusados) que es muy importante porque muestra la realidad que estamos continuamente queriendo expresar", ha recalcado.
Ha indicado que "en este vídeo se ve que era un ambiente festivo, que el sargento tiene una camisa blanca que está impoluta, lo que contradice las declaraciones hechas por él y muestra que ni había un ambiente hostil, ni nadie está insultando ni diciendo Alde Hemendik al sargento".
En el vídeo, que se muestra a continuación, se puede observar que uno de los ahora acusados comienza a grabar con su teléfono móvil el momento posterior a la agresión a los guardias, cuando la Policía Foral ya ha llegado al exterior del bar Koxka.
"Estamos viendo una intencionalidad en llevarnos a una situación de vivencia de terrorismo que no tiene que ver nada con nosotros e incluso se está cuestionando aspectos de la ideología y de la participación política y social de imputados y personas del entorno que nada tiene que ver con una pelea de bar y con lo que ocurrió", ha insistido.
