El estafador actuó sin el conocimiento de los dueños llegando a falsificar la firma para cerrar el contrato de alquiler.
El empleado de una inmobiliaria de Pamplona, I.J.M.M., de 38 años de edad, ha sido condenado a un año y 9 meses de prisión por estafar a un hombre extranjero al que le alquiló un piso que tenía para vender sin el consentimiento ni conocimiento de los dueños del mismo.
Los hechos comenzaron en diciembre de 2012 cuando el estafador conoce a la víctima que demanda los servicios de la inmobiliaria para encontrar un piso en alquiler. El empleado le encontró un piso por el que se cerró un contrato de arrendamiento en diciembre de 2012. Fue en febrero de 2013 cuando el trabajador contactó de nuevo con la persona arrendada ofreciéndole otro piso en alquiler. La víctima accedió a ver el piso y decidió firmar un contrato de arrendamiento para el nuevo piso que en realidad nunca se ofertó para alquiler sino para venta por parte de sus dueños.
El estafador solicitó a la víctima 1000 euros, 200 por el alquiler del primer mes y 800 en calidad de fianza. La víctima únicamente se alojó en el nuevo piso dos días, por razones que no se especifican. Todo este proceso tuvo lugar sin el conocimiento ni consentimiento de los dueños del piso, llegando a falsificar el empleado de la inmobiliaria la firma de la dueña para alquilárselo a la víctima.
El hombre contaba con antecedentes penales computables con este nuevo delito de estafa por lo que se le condena a 1 año y 9 meses de prisión, además de tener que devolver a la víctima los 1000 euros que le estafó.
