• jueves, 28 de marzo de 2024
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TRIBUNALES

"Al sargento hay que matarlo", las consignas de los detenidos en Alsasua durante la paliza a los guardias y a sus parejas

Uno de los detenidos llamó por teléfono a otras personas para que acudieran al bar donde se encontraban los dos agentes con sus novias. 

Imagen de los detenidos por la agresión de Alsasua: Adur Ramírez de Alda, Ainara Urquijo, Aratz Urrizola, Iñaki Abab, Jokin Unamuno, Jon Ander Cob, Julem Goicoechea y Oihan Arnanz. EL ESPAÑOL
Imagen de los detenidos por la agresión de Alsasua: Adur Ramírez de Alda, Ainara Urquijo, Aratz Urrizola, Iñaki Abab, Jokin Unamuno, Jon Ander Cob, Julem Goicoechea y Oihan Arnanz. EL ESPAÑOL

Un informe policial al que han tenido acceso Navarra.com y El Español demuestra que la paliza de un grupo de radicales contra dos agentes de la Guardia Civil y sus parejas fue motivada por la condición de agentes de los agredidos. 

"Al sargento hay que matarlo", llegó a decir uno de los ahora detenidos durante los momentos más tensos de la violenta agresión con patadas y puñetazos.

En estos momentos, hay 9 personas en prisión provisional por estos hechos que investiga la Audiencia Nacional por su supuesto delito de terrorismo. Familiares de los acusados y partidos del cuatripartito de Navarra quieren que el asunto se juzgue en Pamplona para que la consideración del caso se rebaje lo máximo posible. 

En el informe se detalla cómo uno de los agentes fue reconocido tiempo antes de que comenzara la agresión y fue abordado en el baño por una persona que le preguntó si era "madero". Esta persona ha sido identificada como Ohiam Arnaz, experto en artes marciales. 

A pesar de este encontronazo, los agentes y sus parejas siguieron en el bar, donde comenzaron ya a comprobar cómo les miraban mal y les lanzaban algún objeto, si bien trataron de no darle importancia y de seguir a lo suyo. 

Casi una hora más tarde, cerca de las 3.30 de la madrugada, otro de los acusados, según el informe Jokin Unamuno, se acercó junto a otras personas y se encaró con los guardias por estar en el bar. Según el informe, Unamuno llegaba ya sobreaviso de la presencia de los dos agentes y de sus parejas en el local. 

De hecho, el teniente, que conocía bien a Unamuno, le dijo: "Jokin, déjanos en paz, estamos en nuestro tiempo libre". Según el informe, Unamuno alertó por teléfono a otras personas para que acudieran al bar donde se estaba anticipando la agresión. 

Uno de las llamadas fue a Adur Ramírez, que en su momento tal y como informó El Español viajó a Ucrania para apoyar los movimientos separatistas rusos. 

Poco a poco se fue congregando más gente en el interior del local, que rodearon a los agentes: "Os vamos a matar por ser guardias civiles", les dijo el mismo joven que le había preguntado a un  agente si era "madero" en el baño. 

"Esto os pasa por venir aquí, tenéis lo que os merecéis", espetó una chica a los policías y a sus novias cuando pidieron que les dejaran tranquilos. 

Según el mismo informe, Ohian Arnaz fue el primero en comenzar la agresión y lanzarse a por los agentes, a pesar de que las novias de ellos trataron de interponerse en medio. Los insultos fueron de todo tipo: "Txakurras", "pikoletos", "cabrones", "os tenemos que matar", etc. 

El informe mantiene que más de 20 personas formaron un pasillo mientras agredían a las cuatro personas cuando lo cruzaban. 

La violencia llegó hasta el punto de que al sargento lo tiraron en mitad de la calle mientras le seguían propinando "puñetazos" y "patadas" por todo el cuerpo. Fue en este momento cuando gritaron: "Al sargento torturador hay que matarlo".

El teniente fue brutalmente golpeado, hasta el punto de que le fracturaron un tobillo y necesitó ser operado en el Complejo Hospitalario de Navarra. De hecho, cuando la Policía Foral llegó al lugar encontró al teniente tan aturdido por los golpes que no podía ni siquiera contestar a lo que le preguntaban. 

Los abertzales llegaron a grabar con sus teléfonos móviles la agresión y trataron de ayudar a uno de los violentos para que no fuera identificado cambiándole la sudadera que llevaba. Tal y como se informó en su momento, cuando Jokin Unamuno fue detenido e introducido en el coche de la Policía Foral, la horda de radicales consiguieron sacarlo a la fuerza con la policía desbordada por la cantidad de gente que se congregó en la zona. 

"Cada vez que salgáis os va a pasar lo mismo así que lo que tienes que hacer es no salir de allí", le avisó una chica a la novia de un agente cuando todo estaba terminado. 


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"Al sargento hay que matarlo", las consignas de los detenidos en Alsasua durante la paliza a los guardias y a sus parejas