Becerra, abogado de tres acusado ha afirmado que va a poder "acreditar sin ningún tipo de duda que mis tres patrocinados no agredieron sexualmente a nadie".
Agustín Martínez Becerra, abogado de tres de los acusados por la supuesta violación grupal de los Sanfermines, ha afirmado que en la presentación de su informe de conclusiones este martes en el juicio va a "intentar poner de manifiesto cada una de las falsedades, cada una de las incorrecciones y cada una de las no verdades que se han vertido en este juicio".
Martínez Becerra, a su llegada al Palacio de Justicia de Pamplona, ha señalado en declaraciones a los medios que los informes presentados el lunes por el fiscal y las acusaciones fueron "sin duda una crónica anunciada y prácticamente se mantuvo todo lo que se puso de manifiesto en la instrucción sin introducir ningún elemento de todo lo que se ha producido dentro del juicio, que es en lo que realmente consiste elaborar un informe".
"Lo que se dijo durante la instrucción forma parte del pasado. Realmente el procedimiento se vivió desde el día 13 de noviembre hasta hoy, que afortunadamente vamos a poner epílogo", ha indicado.
Además, ha dicho que le "agrada" que se le pregunte por la "esperanza" que tiene la acusación de ganar el juicio, porque antes "era un juicio que prácticamente todo el mundo daba por ganado, todo el mundo daba como prácticamente un juicio que carecía de sentido".
"Yo tengo claro que vamos a poder acreditar sin ningún tipo de dudas que mis tres patrocinados son inocentes, igual que sus dos amigos, y no agredieron sexualmente a nadie al 7 de julio de 2016", ha indicado.
Agustín Martínez Becerra ha dicho que será "contundente en las expresiones y contundente en los datos", aunque ha precisado que los informes finales son "una especie de resumen del juicio y, para unos magistrados de la experiencia de esta sala, el resumen del juicio ya lo tienen ellos". "Esto no es casi más que un trámite procesal que es muy rimbombante y muy espectacular, pero en esencia los miembros del tribunal ya tiene perfectamente claro cuál es el contenido", ha dicho.
Preguntado sobre si los acusados harán uso de su última palabra, Martínez Becerra ha señalado que "lo decidirán ellos" y ha explicado, sobre cómo vivieron la jornada del lunes, que no ha hablado con los acusados tras la última sesión. "Se les ha intentado mantener en todo momento informados de cómo va a ser el desarrollo del juicio y hasta ahora nos hemos equivocado poco en cuál iba siendo el sentido de cada una de las declaraciones. Lo de ayer era esperado y lo recibieron con la tranquilidad y la atención que merecen la intervención del fiscal y del resto de las acusaciones", ha dicho.
Otro de los abogados de un acusado se ha limitado a señalar a su llegada al Palacio de Justicia que los informes presentados por las acusaciones "no" se corresponden con lo ocurrido durante el juicio.
EL ORDEN DE LA ÚLTIMA JORNADA
La última sesión está decida a las conclusiones de las defensas de los acusados y a la última palabra de estos si quiere hacer uso de ella.
Esta sesión y la de este lunes son las dos única que el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia ha permitido abrir al público y los medios de comunicación.
Ayer fue el turno de las acusaciones, y en el suyo la Fiscalía dio por "acreditado" que los imputados actuaron de forma "conjunta y coordinada", sin el consentimiento de la víctima, que se vio "sometida" y "sin posibilidad" de resistirse.
De igual forma ha considerado probado que también concurrió un delito contra la intimidad por los vídeos que grabaron los acusados, y que todos ellos son culpables del robo del móvil de la joven, con el que la dejaron "indefensa".
Mantuvo así su petición de 22 años y 10 meses de cárcel para cada uno de los procesados, que la acusación particular elevó hasta 24 años y 9 meses y las populares, ejercidas por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona, hasta casi 26 años.
Está previsto que comience la sesión con el abogado Agustín Martínez Becerra, que defiende a tres de los cinco imputados, para continuar con Jesús Pérez, letrado de un guardia civil, y terminar con Manuel Canales, que tiene como cliente a un militar.
