• viernes, 29 de marzo de 2024
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TRIBUNALES

Lleva el coche al taller, se lo dejan peor y le dan una paliza: condenado un mecánico y su compinche en Pamplona

La víctima llevó su furgoneta a un taller para que la reparasen pero no lo hicieron y le exigían más dinero mediante llamadas.

Un coche en un taller mecánico. ARCHIVO
Un coche en un taller mecánico. ARCHIVO

El dueño de un taller clandestino de una localidad navarra y un compañero han sido condenados a pagar una multa de 3.000 euros cada uno por tomarse la justicia por su mano para reclamar una supuesta deuda a un cliente del taller. La sentencia aún no es firme y podría ser recurrida.

Los hechos tuvieron lugar a finales de 2015 y principios de 2016, cuando un hombre de nacionalidad extranjera dejó su furgoneta al ahora condenado para repararla en el taller.

El dueño de la furgoneta presentó una denuncia en el Cuartel de la Guardia Civil de Beriain (Navarra) ya que había dejado su vehículo en diciembre de 2015 en un taller mecánico para le arreglaran una avería por pérdida de aceite, al ir a recogerlo le pidieron más dinero del acordado inicialmente y no sólo no habían solucionado el problema del aceite sino que el coche tenía más fallos por lo que lo llevó de nuevo al taller, donde lo arreglaron parcialmente y le dijeron que debería pagar más.

Una vez recuperado el vehículo, según denunció el hombre, recibió numerosas llamadas telefónicas por parte de los integrantes del taller con el fin de saldar la deuda.

En una de estas llamadas, el propietario del vehículo y el del taller se citan en la intersección de las carreteras NA-601 y NA- 6064 con el fin de hablar de la deuda por la avería de la furgoneta.

En la cita aparecieron el dueño del taller y otros dos hombres, que según el escrito del fiscal, abrieron la puerta de la furgoneta y agarraron del cuello al hombre y le dieron puñetazos y la cabeza y cara. Durante el forcejeo el hombre salió de la furgoneta y el dueño del taller se montó y se la llevó. Los otros dos hombres lo siguieron con el vehículo en el que habían llevado dejando al cliente en la carretera. La Guardia Civil localizó a las tres personas y recuperó el coche robado.

El juez ha absuelvo a uno de los hombres que acompañaban al dueño del taller, mientras que a este y al otro compinche los ha condenado a una multa de 3.000 euros cada uno por un delito de realización arbitraria del propio derecho y un delito leve de lesiones. 

Los condenados deberán indemnizar al dueño de la furgoneta con 60 euros cada uno.


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