El Tribunal Superior de Justicia de Navarra ha dado el visto bueno al contrato para la limpieza de 17 localidades de la Ribera de Navarra.
El Partido Socialista de Navarra, con su portavoz Ramón Alzórriz, levantó sospechas y sembró todo tipo de dudas e irregularidades sobre una adjudicación que ha resultado ser plenamente legal.
El Tribunal Superior de Justicia de Navarra ha dado por buena la adjudicación de la Mancomunidad de la Ribera del contrato de limpieza para 17 municipios de la zona.
Durante meses, los socialistas y otros partidos satélites de la izquierda se dedicaron a acosar a la Mancomunidad, a su presidente Fernando Ferrer (Navarra Suma) y a los técnicos del ente por no estar de acuerdo con una adjudicación de un contrato que los jueces han considerado completamente legal.
La adjudicación recayó en FCC-Grupo Rubio por 24,5 millones de euros para los próximos 10 años. Los socialistas se alinearon con la empresa Cespa-Acciona, que fue la otra licitadora del concurso que optaba al contrato y cuyo recurso ha sido ahora desestimado por la Sala de lo Contencioso Administrativo de Navarra.
Todo el proceso había comenzado en 2019 con los 17 consistorios sacaron adelante un proceso de adjudicación de la limpieza. Cepsa-Acciona presentó hasta 3 recursos y detrás de todos ellos aparecieron los socialistas de Navarra pidiendo dimisiones o atacando la gestión de la Mancomunidad.
Ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra ha señalado que hay cumplimiento del pliego por parte de la empresa adjudicataria y señala que el servicio se viene ofreciendo desde hace casi año sin que haya quejas ni de los municipios afectados ni de los trabajadores.
Desde la Mancomunidad de la Ribera, su presidente Fernando Ferrer se ha mostrado satisfecho con la resolución judicial después de un largo proceso en el que ha asegurado haberlo pasado mal.
Hay que recordar que el socialista Ramón Alzórriz aseguró que el contrato era un tema que había que "esclarecer" y mantuvo que era un "escándalo"
También el parlamentario socialista Jorge Aguirre montó una rueda de prensa con otros partidos de izquierdas en la puerta de la Mancomunidad para atacar a Ferrer y a la institución, sembrando dudas sobre la legalidad de todo el procedimiento y llegó a decir que había "beneficio para unos pocos".
