Los dos hombres están acusados de robar enseres de escaso valor, como un saco de cebollas, en una vivienda y después prenderle fuego.
El juicio señalado para este martes 7 de marzo en Pamplona a dos navarros, vecinos de la Ribera, acusados de robar e incendiar una vivienda en Fitero ha sido suspendido al no aparecer uno de los dos acusados para el que se ha dictado una orden de busca y captura.
El otro de los acusados , vecino de Fitero, que sí que ha estado presente durante la vista, se encuentra en prisión provisional por estos hechos.
El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente unas penas para ambos hombres de 16 años de prisión para uno y 14 años y medio de prisión para el otro.
Durante el juicio se ha intentado juzgar, al menos, la parte que correspondía al acusado que sí estaba presente y se le ha ofrecido la posibilidad de llegar a un acuerdo de 4 años y medio de prisión, rebajando la pena al cambiar la Fiscal la pena de "incendio" por la de "daños por incendio" que rebaja sustancialmente la pena de 11 años de prisión a 2 años.
Además, el acusado ya ha cumplido casi 2 años prisión provisional que se descontarían de la pena a cumplir y se ha considerado la atenuante de drogadicción.
Al preguntarle si se mostraba conforme con el acuerdo, el procesado ha señalado que él "no quemó la casa y que fue el otro acusado" por lo que, al no reconocer los hechos, no ha habido conformidad.
El juicio ha quedado suspendido y se ha dictado una orden de busca y captura para el otro hombre implicado. Los procesados podrían estar relacionados con hasta tres incendios en la zona en los últimos años.
UN ROBO EXTRAÑO: CEBOLLAS, PATATAS FRITAS Y GALLETAS
Los hechos tuvieron lugar en Fitero el 30 de mayo de 2015 cuando ambos hombres, según el escrito fiscal, forzaron de madrugada la puerta de una casa situada en la calle Palafox del Casco Antiguo de Fitero.
Los acusados forzaron la puerta metálica de la planta baja y accedieron al interior. Se llevaron 25 kilos de cebollas, aceite, latas de conserva, tomate frito, patatas fritas, tres paquetes de galletas, una linterna y una bici.
Los objetos nunca fueron recuperados aunque su valor apenas era de 250 euros. Sin embargo, tras el robo, los acusados cogieron dos sacos de serrín y subieron a la planta superior donde los quemaron provocando un incendio en la vivienda.
Gracias a la rapidez de los bomberos y a que el fuego no llego a prender la cubierta de madera de la casa, el fuego no se propagó a otras viviendas que sí que estaban habitadas en el momento de los hechos.
La casa sufrió daños de consideración ya que se quemó el techo de la segunda planta y las vigas resultaron gravemente dañadas por lo que se tuvo que apuntalar por riesgo de desplome.
Los daños en la casa fueron tasados en 5.700 euros aunque el dueño de la vivienda no reclama dinero alguno a los acusados.
