El Juzgado de lo Penal nº 1 de Pamplona acoge este miércoles el juicio por el atropello mortal del ciclista Carlos Miranda Bretos, entrenador del Club Triatlón Valle Aranguren. El conductor que lo arrolló huyó del lugar del siniestro y no paró para prestarle auxilio.
La Fiscalía de Navarra solicita 6 años de prisión y 9 años sin carné para el conductor que arrolló al ciclista por un delito de homicidio imprudente y otro de abandondo del lugar del accidente.
Los hechos tuvieron lugar el 4 de junio de 2019 cuando el acusado, de 78 años, conducía su coche por la carretera N-135 (Pamplona-Francia por Valcarlos) a la altura del término municipal de Esteríbar. Según se recoge en el escrito de acusación, el conductor circulaba en sentido Francia y lo hacía "totalmente desatento a las circunstancias de la circulación".
Tras atravesar la localidad de Agorreta y llegar a una zona de curvas, en la que la velocidad máxima permitida era de 70km/h y la recomendada era de 40km/h por el trazado de la carretera y por la circulación frecuente de ciclistas en la misma, el acusado con total desatención a las normas de circulación, trazó una curva a la derecha invadiendo el carril contrario.
Justo en ese mismo momento el ciclista Carlos Miranda Bretos circulaba por dicho carril contrario sentido Pamplona, interponiéndose el acusado en la trayectoria del ciclista y atropellándole. Carlos Miranda Bretos salió despedido, quedando tendido y gravemente herido en la cuneta del margen derecho de la calzada sentido Pamplona en paralelo a la carretera.
Tras producirse el atropello, el ciclista fue atendido por los conductores de los dos vehículos que circulaban detrás del turismo del acusado, conductores que hicieron señales al acusado para que parara.
Pese a ello, el acusado, consciente de que había colisionado con un ciclista no paró pararse a auxiliar al herido ni llamó a los servicios de emergencia, y abandonó el lugar en su vehículo.
Fue interceptado a 11 kilómetros del lugar de la colisión por Policía Foral, gracias a la colaboración de dos motoristas franceses que siguieron al investigado y llamaron a SOS Navarra.
El acusado conocía la carretera por ser próxima a su domicilio, siendo consciente de que se trata de un tramo con numerosas curvas y frecuentado por ciclistas, tal y como se indica en varias señales visibles de dicha carretera, pese a lo cual no extremó la precaución debida al invadir el carril contrario.
El fallecido, Carlos Miranda Bretos, sufrió heridas muy graves y, a pesar de que fue trasladado de urgencia en helicóptero hasta el Hospital de Navarra, falleció poco después.
La colisión se produjo en un día soleado, con buena visibilidad y sin que existieran indicios ni de deslumbramiento ni de obstáculos que redujeran dicha visibilidad, más allá del propio trazado de la carretera.
Por estos hechos, la Fiscalía de Navarra solicita por el delito de homicidio por imprudencia grave la pena de 3 años y 6 meses de prisión, a lo que se añade la privación de conducir durante 5 años y medio. Por el delito de abandono del lugar del accidente, 2 años y 6 meses de prisión, a lo que se añaden otros 3 años y medio de privación del carné de conducir.
El acusado deberá indemnizar con 41.766 euros a cada uno de los padres, con 97.105 euros a la viuda y con 93.970 euros a cada uno de los dos hijos menores. Todas estas cantidades ya han sido consignadas y entregadas por la compañía de seguros.
