• jueves, 28 de marzo de 2024
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TRIBUNALES

El cabecilla de la paliza de Alsasua reconoce ahora que se encaró con los agentes pero que no les agredió

Jokin Unamuno ha sido el primero en testificar y ha pedido perdón por si su comportamiento derivó en unos altercados posteriores.

Primer día de juicio por la agresión a guardias civiles en Alsasua en 2017. PABLO LASAOSA 18
Jokin Unamuno declara ante en la Audiencia Nacional de Madrid dentro de los hechos sobre la agresión de Alsasua. PABLO LASAOSA

Iba borracho, muy bebido, no recuerda algunos detalles y nunca golpeó a ninguno de los dos guardias ni a sus novias.

Esta ha sido la principal línea de defensa del considerado uno de los cabecillas de la paliza de Alsasua, Jokin Unamuno, que en todo momento ha negado que golpeara o insultara al teniente y al sargento en el bar Koxka.

Además, Unamuno ha mantenido en todo momento que se había perdido de su cuadrilla y que había andado por los bares de Alsasua buscándoles. Es la coartada que ha utilizado para tratar de disimular las llamadas y mensajes con otros de los encausados en la noche de la paliza supuestamente para ponerse de acuerdo y tender la emboscada para la agresión. 

El juicio contra los ocho acusados por la agresión en Alsasua a dos guardia civiles y a sus parejas ha comenzado este lunes en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) con la primera de las diez sesiones previstas a lo largo de las próximas dos semanas.

El primero en declarar ha sido Jokin Unamuno. No ha querido responder a las preguntas de la Fiscalía ni de la acusación popular. No han formulado preguntas las defensas de los otros 7 acusados. Sólo ha respondido a las preguntas de su abogada, Amaia Izko, habitual de presos asesinos de ETA.

"De ninguna manera", ha dicho para responder si estaba de acuerdo que los hechos tuvieran relación con la dinámica Alde Hemendik que pedía expulsar a la Guardia Civil de Navarra y del País Vasco dentro del movimiento Ospa Eguna de Alsasua.

"Entré sobre las 5 de la mañana al bar Koxka y buscaba a mis amigos, de los que me había perdido. No es un bar de nuestro ambiente, porque ponen reaggeton. Eran ferias del pueblo y entré a ver si veía a mis amigos. Había ambiente y gente de fiesta. Yo vi a dos agentes de la Guardia Civil, a los que conocía porque me habían puesto unas multas unos días anteriores. Eran  unas multas de tráfico de unos días antes. Otra era por una kalejira de Ospa Eguna (el movimiento para echar a la Guardia Civil) y otra por haber participado en una manifestación de los presos que no estaba comunicada".

Unamuno ha reconocido que se acercó a los agentes y a sus novias  y que estaba enfadado por las multas. “Les dije que menuda jeta que tenían porque se dedicaban a crujir a multas a la gente del pueblo y luego estaban tan tranquilos en los bares junto a la gente a la que multan”, ha reconocido.

A pesar de todo ello, ha negado que se dirigiera a ellos con palabras mal sonantes al tiempo que ha señalado que estaba bastante borracho. "No recuerdo que les insultara".

“Me acerqué y discutí con el teniente. Él me llamó por mi nombre y me molestó bastante. Le dije que no lo hiciese y discutimos. No le insulté. Fue durante un minuto.

Yo no golpee a nadie. Se montó un alboroto y la gente salió hacia el exterior del bar. Yo estaba de cara a la barra del bar y todo ocurrió a mis espaldas. La gente comenzó a salir del bar y no me enteré”.

Repreguntado por su defensa sobre si golpeó a alguno de los dos guardias, ha manifestado que no lo hizo, que se quedó dentro del local y que salió al rato del local. "Estaba todo oscuro, con música y con menos gente. Salí a los minutos, vi al Teniente tendido en el suelo y a una mujer protegiéndole con el cuerpo.A los otros dos no los vi. Se notaba una especie de tensa calma. Pero nadie estaba pegando a nadie”, ha asegurado.

“Cuando salí fuera me di cuenta de que había habido más jaleo del que yo pensaba y me pasé al bar de enfrente del Koxka. Estuvimos comentando con más gente lo que pasaba, pero nunca me reí ni me mofé de nada. Cuando llegó la ambulancia y la Policía Foral me fui acercando a ver qué ocurría y la Policía Foral me identificó  y me detuvo”.

Unamuno ha señalado que no se resistió en el momento de la detención y de ahí le llevaron a un coche patrulla de la Policía Foral, a unos 10 metros de la puerta del bar Koxka.

“En algún momento vi que la puerta del coche de la Policía Foral estaba abierta y salí. No recuerdo muy bien, estaba borracho”.

En todo momento ha negado que fuera el causante de los altercados y que no acordó nada con nadie. “Puede ser que el hecho de que discutiera con el teniente se provocara todo lo demás. Estaba muy borracho. Siento que ocurriera todo eso. Era un contexto de fiesta y todo el mundo estaba bastante bebido”.

Un amigo se iba a estudiar a Praga y le hicimos una cena. Estuve todo el día haciendo la cena, luego fuimos al frontón a ver el partido de pelota y luego hubo sobremesa y fuimos de bares. Estuve bebiendo cerveza y vino y luego combinados. Iba bastante bebido.

Sobre Ospa Eguna, ha señalado que es una asamblea, que no tiene ningún cargo, que nunca ha sido portavoz ni promotor. Sin embargo, figuraba como solicitante de un permiso para este colectivo radical. “Es porque yo ya había hecho alguna gestión en el Ayuntamiento y sabía cómo se hacía. Pero fue a título individual”, ha recalcado.

Ha manifestado que nunca ha sido investigado por nada de este tema del Ospa Eguna, salvo alguna multa administrativa. Sí tuvo multas por no tener permisos en algunas celebraciones y también de tráfico dentro del mismo contexto, por ir en dirección contraria.

Unamuno ha reconocido que participó en kalejiras y actos de Ospa Eguna, un movimiento radical de la izquierda abertzale enfocado en la expulsión de la Guardia Civil de Navarra.

En algunos de estos actos se han llegado a quemar figuras de Guardia Civil y Policía Foral.

Sobre las llamadas analizadas de madrugada que ponen de relieve sus conversaciones y mensajes entre los acusados, toda la explicación ha sido que eran fiestas, se perdían y se llamaron para localizarse.


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