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TRIBUNALES

El juez archiva la causa de la exposición blasfema de Abel Azcona con supuestas formas consagradas en Conde de Rodezno

En el auto, que puede ser recurrido, el magistrado descarta la existencia de delitos contra los sentimientos religiosos y de odio.

El artista Abel Azcona (d) abandona el Palacio de Justicia de Pamplona junto a su abogado Jorge Morales (i) tras declarar como investigado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona por una exposición con supuestas hostias consagradas que fue objeto de una querella criminal por "profanación". EFE/Jesús Diges
El artista Abel Azcona (d) abandona el Palacio de Justicia de Pamplona junto a su abogado Jorge Morales (i) tras declarar como investigado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona por una exposición con supuestas hostias con

El juez ha archivado la causa contra Abel Azcona por su polémica exposición en la sala de exposiciones de Conde de Rodezno en Pamplona. En la muestra se disponían 242 formas en el suelo formando la palabra "PEDERASTIA". Aunque las formas, supuestamente consagradas según aseguró Azcona, se retiraron a los días, se mantuvieron en varias fotografías de la composición que formaban.

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona ha archivado la causa abierta contra el artista Abel Azcona por una exposición inaugurada en noviembre de 2015 en la capital navarra, titulada ‘Desenterrados’, en la que conformó la palabra pederastia con formas supuestamente consagradas. En la resolución también ha acordado inadmitir la querella interpuesta por la Asociación de Abogados Cristianos contra la concejala Maider Beloki.

En el auto, que puede ser recurrido, el magistrado descarta la existencia de delitos contra los sentimientos religiosos y de odio. Para el juez, resulta acreditado que el investigado aplicó a dichas formas un uso profano, pero ello no es suficiente para apreciar la existencia de delito, ya que dicha conducta no se realizó en un lugar destinado al culto —un templo o iglesia— ni en una ceremonia religiosa. 

De igual forma, respecto al delito de odio imputado, concluye que “en ningún caso puede considerarse que la obra ejecutada por el querellado sea idónea para fomentar, promover o incitar al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, en este caso la Iglesia Católica o sus miembros, pues ni siquiera en la obra objeto de valoración el autor propone a quienes la observen acción alguna a tomar en relación a la realidad que denuncia, más allá de la de tomar conciencia o posicionarse respecto de la lacra de la pederastia”. 

El juez relata que lo expuesto en la sala de la plaza de la Libertad “fueron cuatro fotografías en las que se veía al investigado conformando sobre una superficie colocada sobre el suelo la palabra PEDERASTIA con unos objetos blancos y redondos de pequeñas dimensiones”. 

Junto a esto había cuatro fotografías con un cuenco colocado sobre una columna situada delante de aquellas en el que se contenían formas como las usadas para formar la palabra antes mencionada. El contenido de dicho cuenco fue sustraído por una persona desconocida días después de abrirse al público la exposición. 

En ningún lugar de la exposición, continúa el juez, se indicaba que la palabra PEDERASTIA se había formado con hostias consagradas. 

La causa se incoó tras una querella interpuesta por la Asociación de Abogados Cristianos por la supuesta comisión de un delito contra los sentimientos religiosos y otro de odio. En el procedimiento se acumuló la denuncia presentada por el Arzobispado de Pamplona y Tudela. 

Respecto al delito que castiga las ofensas contra los sentimientos religiosos, según el juez, no puede afirmarse que la conducta del querellado, cuando se apoderó de las formas consagradas que luego utilizó, lo hiciera sin el debido respeto. 

Es evidente, razona magistrado, que no cumplió con las normas canónicas de la comunión, “puesto que en vez de comerse las hostias que recibía de manos del sacerdote en cada una de las misas a las que acudió, se las guardó para sí, pero ello lo hizo de forma discreta, sin que su conducta pueda calificarse como irrespetuosa, ofensiva o irreverente”.   

Asimismo, el juez analiza si se ha podido perpetrar el delito que castiga a los que para ofender los sentimientos religiosos hagan escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias o vejen públicamente a quienes los profesan o practican. 

En el supuesto enjuiciado, el magistrado afirma que la obra expuesta “no constituye escarnio ni vejación, unas acciones que tienen que ser directas, no indirectas". 

Además de esta obra, en la exposición se podían contemplar diferentes instantáneas de desnudos e imágenes con notable tono sexual, en muchas de ellas aparecía el propio Azcona.

Abel Azcona fue denunciado por la Asociación de Abogados Cristianos y por el Arzobispado de Pamplona por un presunto delito de profanación y otro contra los sentimientos religiosos. Ya que el artista señaló que las formas procedían de Iglesias y estaban consagradas.

La exposición reunió decenas de miles de firmas contra la actuación blasfema y generó concentraciones en la ciudad. Bildu y Asirón, responsables de ceder la sala para la muestra, se negaron a clausurar la exposición. 

EL JUICIO COMO PARTE DE LA “PERFORMANCE”

Abel Azcona declaró en febrero de 2016 en el Palacio de Justicia de Pamplona como investigado (equivalente a imputado) por la polémica exposición y el uso de formas consagradas.

El artista acudió acompañado de su abogado, Jorge Morales, para su declaración prevista para las 9:30 de la mañana. En la entrada le esperaban un grupo de nueve personas que han mostrado carteles en los que se leía 'Adierazpen askatasuna, libertad de expresión'. Muchos de ellos eran de plataformas afines a la izquierda abertzale. De hecho, junto a este grupo estuvieron Dani Saralegi y Maider Beloki, ambos de Bildu en Pamplona. 

Según señaló a la salida de la vista, las preguntas giraban en torno a la intención de ofensa de la obra, a este respecto ha aclarado que "en ningún momento" ha habido "una búsqueda de ofensa gratuita y directa".  

La exposición “ Desenterrados” que se exhibió en la sala de exposiciones de la Plaza de la Libertad (Antes Conde de Rodezno)  se mostraban 242 formas consagradas conformando la palabra 'pederastia'. Además, remarcó que sus obras "siempre tienen un contenido crítico y subversivo" y que iba a continuar con esta línea con una nueva muestra sobre transexualidad con motivo de su hormonación y otra de “aspectos concretos del Opus Dei “.

Tanto el artista como su abogado dijeron confiar en que se archivase la causa , “Nosotros vamos a solicitar nuevamente el archivo que entendemos que en el siglo XXI mantener todavía un proceso abierto por una cosa tan subjetiva como el sentimiento religioso es algo que no se corresponde con esta época" señaló el abogado de Azcona, Jorge Morales.

Sobre la polémica generada por su exposición y que le llevó a declarar como investigado, el artista consideró que "hubo una manipulación buscando una especie de resquicio legal para una indignación colectiva que había por otra serie de temas", ya que "hablábamos de memoria histórica, del espacio que también era bastante controvertido" y había "un cambio político".

Azcona también señaló que para él su declaración ante el juez es "parte de la pieza totalmente", dado que, según, entiende "todo" como "un proceso performativo". "Ahora he hecho otra parte de un proceso performativo, siempre desde la educación y el respeto, porque yo respeto al juez y el proceso. Si hago una pieza en la que critico el fundamentalismo religioso, que evidencia más ese fundamentalismo que haya 2.000 personas en la puerta rezando rosarios y que acabe yo sentado en un tribunal" señaló.


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