• jueves, 28 de marzo de 2024
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TRIBUNALES

Giro en el caso de la mujer maltratada en Cintruénigo: la fiscal considera que actuó en defensa propia tras la brutal paliza

El hombre habría llegado a amenazar al hijo mayor de la mujer diciendo que “cuando fuese mayor de edad le iba a meter una paliza”.

Imagen de un hombre agarrando a una mujer de la muñeca de forma violenta.
Un hombre agarra de forma violenta de la muñeca a una mujer.

Un vecino de Cintruénigo acusado de propinar una brutal paliza a su pareja y la mujer han sido juzgados este jueves 6 de octubre en Pamplona. Al hombre se le acusa de los delitos de maltrato y amenazas y a la mujer de un delito de homicidio en grado de tentativa.

Tras recibir una brutal paliza la mujer cogió un cuchillo que el hombre le había puesto en el cuello y acabó clavándoselo en el costado. Tanto el hombre, acusado de propinar una brutal paliza y amenazar de muerte a su pareja, como la mujer que le clavó el cuchillo han sido juzgados por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra.

Para la fiscal, los testigos han aportado las pruebas necesarias para que cambie la consideración de “eximente incompleta de legítima defensa” por "completa", es decir, si antes se consideraba que clavar un cuchillo al hombre se sobrepasaba de la defensa, ahora se ha considerado que la mujer lo hizo únicamente como método de defensa ya que temía por su vida.

El hombre la había amenazado con matarla y violarla y, según se le acusa, de golpearla violentamente durante varias horas, concretamente la discusión comenzó a las 21.30 de la noche y trascurrieron más de cuatro horas hasta que sucedió el ataque con el cuchillo.

"VETE DE AQUÍ QUE NO QUIERO QUE VEAS COMO MATO A TU MADRE"

Los testigos, entre los que se encontraban los hijos de la mujer, han consolidado la premisa de que el maltrato era habitual. Los jóvenes han relatado ser testigos de varios episodios especialmente violentos además de un trato deleznable hacia su madre, e incluso, hacia ellos, que hizo que fueran alejándose de su madre y vivir en casa de su abuela.

Según se ha detallado en el juicio el hombre habría llegado a amenazar al hijo mayor de la mujer diciendo que “cuando fuese mayor de edad le iba a meter una paliza”.

Por su parte, la hija menor ha señalado que hubo una ocasión anterior en la que durante una discusión, el hombre, estando sobre la mujer en la cama, la agarraba de forma brusca por las muñecas mientras la insultaba. La niña, que tenía 12 años, le dijo que la dejase en paz y él se contestó "vete de aquí que no quiero que veas como mato a tu madre". Según ha señalado la menor, no se movió de allí y el hombre al final dejó en paz a su madre.

Para explicar la presencia del cuchillo en la escena, el acusado ha señalado que estaba fuera porque “se había hecho un bocadillo de chorizo”.

UNA BRUTAL PALIZA DURANTE HORAS

Según el escrito de la fiscal, el hombre "le agarró fuertemente del pelo, echó el cerrojo de la puerta y bajó las persianas de la casa". Acto seguido le colocó un cuchillo en el cuello mientras la agarraba del pelo y le decía que "la iba a matar".

La obligó a sentarse en un sillón y le quitó el teléfono móvil para que no pudiera pedir ayuda. Le dio varias bofetadas en la cara y la barbilla mientras le gritaba "Así no me mires cacho puta, guarra", "Igual esta noche hasta te violo", "Te voy a matar, de esta noche no pasas". Tras abofetearla la agarró fuertemente del cuello y la golpeó con el cuchillo en la mano.

A continuación la tiró al sofá y le presionó el cuello con la pierna. Le dio un cabezazo en la frente y le mordió una oreja.

Para que los vecinos no oyesen lo que estaba ocurriendo y no se alertasen por los llantos de la mujer, el hombre rasgo su camiseta y le puso el trozo en la boca.

Después de esto el hombre fue a la cocina y volvió con un cazo sopero: "Esto me va a ir bien para romperte la boca". La mujer asustada intentó defenderse, pero al mínimo movimiento el hombre se ponía más violento y le propinaba más golpes.

En un momento de descuido del hombre la mujer consiguió coger el cuchillo que antes le había puesto en el cuello y con el que le había amenazado con matarla.

Le apuntó con el cuchillo para que el hombre no volviese a acercarse a ella y dejase de golpearle, sin embargo el hombre cogió una silla y comenzó a golpearle con las patas.

La mujer le clavó el cuchillo en el costado izquierdo con la intención de defenderse. La puñalada llegó a pinchar el pulmón por lo que al afectar un órgano vital se considera que sufrió un "riesgo vital" y se podrían haber producido complicaciones de no haber sido operado.

CAMBIO DE LA SOLICITUD DE LA FISCAL

En un principio la fiscal pedía 8 meses de prisión para la mujer por considerar que clavarle el cuchillo a su pareja excedía el simple hecho de defenderse por lo que no la ampararía por completo la legítima defensa.

Sin embargo, durante el juicio y tras el relato de los testigos, la fiscal ha considerado la actuación de la mujer como una actuación en legítima defensa por lo que se retira la pena de prisión.

De este modo, en un principio se acusaba a la mujer de un delito de homicidio en grado de tentativa y al hombre de un delito de malos tratos y amenazas graves.

Tras el juicio, la Fiscal ha reducido notablemente la consideración de culpabilidad de la mujer y ha aumentado la pena para el hombre, al que, además de los delitos de los que ya se le acusaba (la paliza que acabó con el ataque del cuchillo y otro de amenazas), ha añadido un delito de maltrato habitual tras contrastar las versiones de los testigos sobre malos tratos en otras ocasiones del hombre hacia la mujer.

La mujer seguirá teniendo que indemnizar al hombre, según la petición de la Fiscal, aunque no con los 1.570 euros que se pedían en un principio como responsable de la cuchillada, sino con 280 euros como máximo al considerar que la gran parte de la culpa por la que la mujer empleó el cuchillo radica en el hombre.

Para el hombre piden 3 años de prisión, correspondientes a un año por los malos tratos y dos por las amenazas de muerte a los que se han sumado otros 3 por un delito de maltrato habitual, que supondría 6 años de prisión.

Por su parte, el letrado que defiende al hombre ha pedido para el la libre absolución ya que no han reconocido ninguno de los hechos de los que se le acusa. El acusado ha señalado que las lesiones de ella se debían " al forcejeo" durante el ataque de ella con el cuchillo. Al preguntarle por las marcas de mordiscos en la oreja ha señalado que "podría ser que se estuviese reabriendo ella misma los piercings de las orejas".

La fiscal además, ha tenido en cuenta que la mujer confesó desde un primer momento su autoría del ataque, diciendo que había sido ella la que le había clavado el cuchillo.

Las circunstancias tanto anteriores como posteriores del ataque con el cuchillo dan cuenta de que la mujer no pretendía matar al hombre como ha querido hacer entender el acusado. La mujer tras recibir la paliza y clavarle el cuchillo en medio de la agresión corrió a por una toalla para taponarle la herida y fue con el al hospital donde fue ella la que dijo que ella había sido quien se lo había clavado y no fue un accidente trasportando mueble como dijo él a los sanitarios.

Según ha relatado la mujer, cuando la mujer entró en urgencias diciendo que había sido ella el hombre intentó volver a atacarle desde la camilla.

La mujer sufrió varios hematomas en la cabeza, un corte en la ceja, una erosión en la nariz, una inflamación y hematoma en el pómulo derecho, heridas en la oreja derecha consecuencia de mordiscos, depósitos de sangre por un hematoma interior en el cuello y clavícula, una herida en el pecho, múltiples moratones y heridas en los brazos. Además se podían apreciar las marcas de los dedos en mano y muñeca izquierda, e incluso en uno de los dedos, además de una herida contusa en otro dedo. Los moratones y heridas en brazos, piernas y glúteos son prácticamente incontables.


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