La juez considera que el acusado, de 29 años, siguió a la víctima hasta su domicilio, donde la dejó inconsciente de un fortísimo puñetazo en la cara
Fue seleccionada en la calle y perseguida hasta su casa por el acusado. Era una víctima fácil para el robo dada su edad avanzada, 88 años. Pero pese a su fragilidad, no solo fue amedrentada y amenazada sino “brutalmente golpeada para dejarla inconsciente” con el propósito de llevarse las joyas con tranquilidad plena y “absoluta falta de riesgo”.
Gracias a una huella dactilar dejada por el procesado, de 29 años, en una caja y al reconocimiento de la víctima, la titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona da por acreditados los delitos de robo con violencia en casa habitada —por el que impone una pena de 4 años y 6 meses de prisión— y lesiones —1 año y 10 meses—, ambos con la agravante de abuso de superioridad. La sentencia puede ser recurrida.
El robo y la agresión se produjeron el 31 de marzo de este año, cuando sobre las 13.35 horas el acusado, de nacionalidad rumana en situación regular, siguió a la víctima hasta su domicilio, en el barrio de San Juan de la capital navarra.
Accedió con ella al portal, se introdujo en el ascensor y, con la excusa de beber un vaso de agua, accedió sin permiso al interior de la vivienda. Allí, a pesar de ser despachado por la dueña, se aprovechó de que era una persona de edad avanzada, y de que se encontraba sola, para golpearla “fuertemente en la cabeza, en la cara”. La víctima, que cayó al suelo, quedó inconsciente, tendida en el suelo de salón, sangrando por la boca, sin poder moverse, hasta las 15.25, cuando acudieron al domicilio sus hijos.
El inculpado vendió en un establecimiento las joyas sustraídas, que fueron recuperadas en su totalidad.
Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió una fractura de ambas ramas mandibulares. Precisó de tratamiento quirúrgico y tardó 141 días en curarse, de los que 5 fueron de ingreso hospitalario. La indemnización en favor de la perjudicada la magistrada la cuantifica en 22.023,64 euros por los daños y perjuicios, así como por las lesiones y secuelas sufridas.
En el juicio, el Ministerio Fiscal y la acusación particular habían solicitado una condena de 5 años de prisión por el robo con violencia y 3 por las lesiones, mientras que la defensa había rebajado dichas peticiones a 3 años y 6 meses por el primer delito y 6 meses por el segundo.
