La mujer pretendía engañar a la Policía Nacional fingiendo que habían comenzado a desaparecer objetos de valor en su piso de Berriozar.
Fingió un robo de joyas en su propia casa de Berriozar cuando realmente había vendido los objetos supuestamente robados en una tienda de compra-venta de artículos de segunda mano.
El Juzgado de lo Penal Nº3 de Pamplona ha condenado a una mujer de 38 años y vecina de Berriozar, por un delito de falsa denuncia en grado de tentativa.
La mujer, natural de República Dominicana, se personó el pasado mes de septiembre en la comisaría de la Policía Nacional de Pamplona para denunciar que durante el verano se habían producido varios robos en su domicilio.
La denunciante aseguraba que le habían sustraído una cadena de oro valorada en 2.600 euros, un ordenador portátil que costaba 550 y una impresora.
La supuesta víctima de los robos aseguró que durante el verano había cedido una de las habitaciones de su piso a una amiga, que era quien le había confesado que sustrajo estos artículos y los vendió en una tienda de compra-venta en Pamplona.
La denunciante alegó a los policías que no había dado permiso a su amiga a vender estos objetos de valor y que en el establecimiento en cuestión le aseguraron que los objetos habían sido entregados por su compañera de piso.
La Policía Nacional descubrió que esta denuncia era falsa, por lo que no llegó a incoarse ningún procedimiento penal para averiguar el supuesto hurto.
Los agentes comprobaron que la propia denunciante y su amiga fueron quienes acudieron a la tienda de Pamplona a vender la cadena de oro, el ordenador y la impresora para conseguir dinero.
La vecina de Berriozar ha sido ahora condenada a pagar una multa de 1.080 euros por un delito de falsa denuncia en grado de tentativa.
La sentencia no es firme y contra ella aún puede interponerse un recurso en la Audiencia Provincial de Navarra.
