• jueves, 18 de abril de 2024
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TRIBUNALES

Chivite, a escondidas por la Audiencia para testificar en el caso de las fotos íntimas de una edil de UPN

La presidenta, que ha entrado por la puerta de atrás y oculta en el coche, ha admitido que nunca vio los archivos y que no participó en la rueda de prensa en la que se 'aireó' el contenido del ordenador.

Juicio contra el exalcalde de Geroa Bai Alfonso Etxeberria y un amigo suyo informático por acceder a datos íntimos de una concejal de UPN. PABLO LASAOSA
Juicio contra el exalcalde de Geroa Bai Alfonso Etxeberria y un amigo suyo informático por acceder a datos íntimos de una concejal de UPN. PABLO LASAOSA

Visiblemente incómoda, la actual presidenta del Gobierno foral, María Chivite, ha acudido este viernes a la Audiencia de Navarra para declarar en calidad de testigo en el caso abierto contra el exalcalde de Egüés, Alfonso Etxeberria (Geroa Bai), al que se le acusa de dos delitos contra la intimidad y revelación de secretos por acceder, junto con otro de los acusados —Federico Alvero Ros—, al ordenador de una concejal de UPN para conseguir información.

Chivite, que fue concejal socialista del Ayuntamiento del Valle de Egüés durante el mandato de Etxeberria, ha sido propuesta como testigo por el propio exalcalde dada su vinculación con el Consistorio y la sociedad pública Andacelay, de la que la actual presidenta era secretaria.

Sobre las 9.45 horas, la líder del Ejecutivo navarro ha accedido al Palacio de Justicia a hurtadillas por la parte trasera y en coche oficial para evitar ser 'cazada' por los fotógrafos que se encontraban a las puertas de la institución.

Unos minutos más tarde, Chivite era llamada por el magistrado que preside la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra,  José Francisco Cobo Saénz, para responder a las cuestiones de los diferentes letrados en un tono bajo desde la quinta planta del edificio.

A lo largo de su declaración, la actual jefa del Ejecutivo navarro ha asegurado que se inició una comisión de investigación en el municipio porque "tenían sospechas de ciertas irregularidades que luego no lo han sido".

No obstante, la presidenta —por aquel entonces concejal socialista— ha admitido tener "vagos recuerdos" sobre qué temas "les llamaron la atención o nos hicieron dudar".

Respecto al contenido del ordenador, Chivite ha confirmado que "se visionó el contenido y se puso a disposición judicial", aunque ha admitido que ella nunca vio los archivos del ordenador directamente.

"A mí me lo comentó mi compañero de partido, Mikel Bezunartea, que él había visto lo que había, pero firmó un documento y no podía contar más", ha añadido Chivite para después señalar a otros concejales —de los que no ha dado nombres— que sí vieron el contenido del ordenador.

"Yo nunca tuve interés", ha puntualizado.

Sobre la posterior difusión de esa información de carácter personal e íntima, la actual presidenta del Gobierno de Navarra ha afirmado que no tenía conocimiento de que se exhibiera un dosier que afectara a la privacidad y ha señalado que ella no participó en la rueda de prensa posterior en la que se hicieron públicos estos documentos tras la comisión de investigación.

"Recuerdo un correo electrónico con una enumeración de las cosas que se encontraron y ese texto circuló por diferentes mails, pero no pasó por la asesoría jurídica", ha admitido.

De esa manera, Chivite ha señalado que durante la celebración de esas comisiones "las peticiones de documentación eran reiteradas" y, al parecer, "no siempre era fácil obtenerla". Eso sí, la presidenta ha reconocido en la última pregunta formulada por el magistrado Cobo que la mayor parte de la documentación "era en papel" y no quedaba registrada en los ordenadores.

LA FISCALÍA PIDE 4 AÑOS DE CÁRCEL

La Fiscalía de Navarra considera que Etxeberría ha cometido los delitos de descubrimiento y revelación de secretos siendo además funcionario público, por lo que le pide 4 años de cárcel, además de 8 años de inhabilitación para cargo público. Mientras, para Federico Albero Ros, la Fiscalía rebaja la pena a 2 años y 6 meses de prisión por los mismos delitos. 

La juez que ha llevado a juicio a Alfonso Etxeberría consideró probado durante la instrucción del caso que entre finales del año 2012 y principios del año 2013 el entonces alcalde de NaBai encargó a su amigo Federico Albero Ros como experto informático la recuperación de datos contenidos en un ordenador propiedad de dicha sociedad y que había sido usado por Carolina Potau (exconcejal de UPN) en funciones de secretaría y contable de la sociedad hasta su dimisión en noviembre de 2011.

Sin embargo, la recuperación de archivos incluyó "datos íntimos" y otros que Etxeberría valoró de "interés público" y convocó al consejo de administración (del que formaba parte Chivite) para "explicar el proceso de obtención de la información", al tiempo que ofreció la posibilidad al resto de concejales de acceder al contenido, antes de poner el ordenador en manos de las autoridades. 

Además, Etxeberría compró con dinero público varios discos duros para hacer copias de esa información íntima y convocó una rueda de prensa para informar de los datos encontrados. 

Esa rueda de prensa, en febrero de 2013, contó con el visto bueno de todos los partidos políticos que formaban parte del consistorio en ese momento y acudieron a ella concejales de NaBai, Bildu, Izquierda-Ezquerra y PSN. Según el entonces alcalde, todos estaban de acuerdo en lo que se hizo para obtener la información. 


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Chivite, a escondidas por la Audiencia para testificar en el caso de las fotos íntimas de una edil de UPN