El Tribunal de Cuentas ha admitido a trámite de la demanda y le da 20 días a la presidenta para que responda por 200.000 euros en dietas bajo sospecha.
Uxue Barkos sigue minusvalorando la acción de la justicia, que ha admitido a trámite una demanda contra ella en la que se le solicita la devolución de 200.000 euros por el supuesto cobro irregular de dietas mientras era concejal y diputada acumulando puestos públicos: se embolsaba más de 110.000 euros al año sin responsabilidad alguna.
Uxue Barkos, que en todo este tiempo se ha negado a hacer públicos sus viajes a cuenta del erario público a Madrid y no ha entregado documento alguno que justifique sus dietas bajo sospecha, ha dicho ahora que no hay motivo para investigarle a ella.
Barkos se excusa ahora en instrucciones judiciales superficiales anteriores para intentar negar la realidad: el Tribunal de Cuentas le ha dado 20 días para que responda a la demanda que ha admitido a trámite sobre su supuesto cobro irregular de las dietas en Pamplona. Pasaba a cobrar asistencias en Pamplona mientras pasaba la semana en Madrid como diputada. También tiene el mismo plazo la Fiscalía de ese órgano para posicionarse ante la demanda de la asociación Justitia et Veritas.
Barkos se embolsó en aquellos años cientos de miles de euros de dinero público sin ningún control gracias a reuniones sin acta y sin que exista ninguna prueba de su celebración. De hecho, la presidenta y su grupo municipal llegaron a utilizar firmas falsas para poder llegar al tope máximo y cobrar todo lo posible de las arcas municipales.
Según Barkos, que ya ha dictado sentencia sobre sí misma, la conclusión es unánime: "Aquí no hay nada" y ha llegado a alegar que el instructor del caso se posicionó en contra de su investigación, pero ha omitido ante los medios que la consejera no admitió ese informe.
La presidenta, sin embargo, ha señalado que espera que la justicia resuelva a su favor este caso de posible corrupción que hace unos meses hubiera significado su voraz ataque a cualquier persona pública por la mínima sospecha.
