La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Tafalla que ha decretado el ingreso en prisión del investigado por el asesinato este martes de su hermano en la localidad.
Según el auto de la juez, César Gascón Zuazu se presentó el martes a las 6.30 horas de la mañana en la comisaría de la Policía Foral para confesar que había matado a su hermano. Llevaba la ropa manchada de sangre.
Según el análisis preliminar, el cuerpo de Marcos Miguel Gascón Zuazu presentaba un mínimo de 15 heridas producidas por un elemento cortante, localizándose al menos ocho de ellas en la zona del cuello. Junto al cuerpo había un cuchillo de cocina ensangrentado.
En su declaración ante la juez, el acusado ha reconocido los hechos intentando justificar su actuación en que llevaba mucho tiempo discutiendo con su hermano y que este le había amenazado en muchas otras ocasiones.
Ha reconocido no haber bebido alcohol ni tomado drogas antes de cometer estos hechos, ha manifestado que sufrió un “arrebato”; tras discutir con él por varios objetos personales.
Según ha explicado, ha esgrimido que padece un “trastorno disocial de la personalidad” pero ha reconocido que no está siguiendo ningún tratamiento. Y también ha justificado su actuación diciendo que su hermano había estado en la cárcel y que también tenía trastornos psicológicos.
La titular del juzgado ha decidido el ingreso en prisión del hombre al considerar que existe riesgo de fuga por no tener arraigo laboral ni familia.
"No trabaja ni desarrolla actividad profesional, no tiene hijos ni consta que tenga pareja sentimental, ni propiedades a su nombre, mas allá de la vivienda en la que vive que parece ser de su madre y hermanas, a parte de él. Por tanto, en atención a las elevadas penas de prisión que se atribuyen al delito presuntamente cometido y la falta de arraigo del detenido, el riesgo de fuga resulta patente", señala la juez en su escrito.
Por la defensa se solicitó que se le ingresase en un centro psiquiátrico, pero la juez no la ha considerado. "Al investigado se le veía tranquilo y no parecía sufrir ningún brote psiquiátrico siendo muy consciente de lo que decía o hacía. Es mas, su versión de los hechos ha sido idéntica a la que manifestó a la policía y no se detectaron además restos de consumo de drogas o alcohol. Por otro lado, aunque el investigado manifestó sufrir un trastorno de la personalidad, reconoció no estar en tratamiento por ello. Por consiguiente, en este momento, la medida cautelar que procede es la de prisión provisional", mantiene la juez en el auto.
