• jueves, 28 de marzo de 2024
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TRIBUNALES

Cárcel para un acusado que hizo los cuernos a los policías que le vieron con carteles de un etarra en Pamplona

La Audiencia Nacional le condena a un año de prisión por enaltecimiento del terrorismo y critica su actuación por "grosera e insultante". 

Carteles en favor del acercamiento de los presos etarras. EFE
Carteles en favor del acercamiento de los presos etarras. EFE

La Audiencia Nacional ha condenado a un año de cárcel a Xabier García Castell, que en el juicio que se siguió contra él hizo la señal de los cuernos a uno de los dos agentes de policía que "con vehemencia y sin duda alguna" le identificó como una de las personas que el 31 de marzo de 2013 colocó carteles en Pamplona que ensalzaban la figura del ex jefe político de ETA Francisco Javier López Peña, 'Thierry'.

En su sentencia los tres magistrados de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal que celebraron el juicio señalan que, al visionar la grabación de la vista oral, constataron que durante más de un minuto el acusado, "girado ligeramente hacia el testigo y de forma disimulada, puso su mano derecha bajo su mentón, poniendo los dedos de forma que se aprecian estirados el índice y el meñique y ocultos el resto bajo el mentón".

La posición de la mano, que para el tribunal fue colocada de "forma conocidamente grosera e insultante", fue la respuesta del acusado al testimonio de un agente que insistió en reconocerle como una de las personas que puso las pancartas y rechazó, como sugirió el acusado, que se tratara de su hermano Iker, condenado a cinco meses de cárcel por boicotear el chupinazo de los Sanfermines de 2013.

SEGURIDAD FRENTE A CONTRADICCIÓN

El tribunal se basa en el testimonio de los agentes para condenar al acusado por un delito de enaltecimiento del terrorismo, al considerar que sus versiones rebosan "convicción, seguridad, reiteración y contundencia cuando insistentemente manifestaron que la persona a la que identificaron visualmente era el acusado". A los dos policías se les exhibió una fotografía en la que aparecían los dos hermanos y ambos identificaron "sin titubeo alguno" al acusado.

Por el contrario, los magistrados Ángela Murillo, Carmen Paloma González (ponente) y Juan Francisco Martel, cuestionan el testimonio de dos testigos de la defensa que señalaron que el día de los hechos Xabier se encontraba en el municipio navarro de Letz ayudando a un amigo a cambiar la cocina.

Sin embargo, el hombre al que el procesado habría ayudado en su casa señaló que el acusado se encontraba en el pueblo desde el día 30 de marzo, un vecino aseguró que llevaba allí al menos desde el día 29 y el propio García Castell aseguró durante el juicio que lo había llegado a la localidad el 28.

Puesta de manifiesto la "contradicción", el tribunal destaca la "notable diferencia" entre la "fuerza convincente" del testimonio de los dos agentes que declararon como testigos presenciales de los hechos y la "falta de solidez de las declaraciones" de los dos testigos propuestos por la defensa.

"MÁXIMO RESPETO Y ADMIRACIÓN"

En relación con las pancartas, que exhibían el lema 'Thierry gudari, agur eta ahore (Thierry soldado, suerte y honor)', el tribunal no tiene dudas de que su colocación encaja con el delito de enaltecimiento del terrorismo, ya que el objetivo de los autores era "brindarle su máximo reconocimiento, respeto, admiración y, en definitiva, elogio".

Cinco de las pancartas, colocadas con motivo de la celebración del denominado Día de la Patria Vasca o Aberri Eguna, fueron instaladas en el paseo Sarasate de Pamplona mientras que otra se situó en la confluencia de las calles Magdalena y Lumbier. Además, se pusieron otros tres carteles en el centro de la capital navarra en los que que se podían leer consignas como 'Xabier, preso político vasco asesinado por la política penitenciaria' y 'Rajoy eta Hollande, erantzule (Rajoy y Hollande, responsables)'.

En el juicio, que se celebró el pasado 22 de diciembre, el acusado indicó que el día de los hechos se encontraba, acompañado de su "cuadrilla", en casa de un amigo, ubicada a una distancia de "20 o 25 minutos en coche" de la capital navarra, y que "no se movieron" durante toda la Semana Santa.


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