Se le requisaron más de 100 plantas que tenía en cultivo entre su casa y una bajera que había arrendado.
El juzgado de lo penal nº4 de Pamplona ha fallado sentencia firme y contra la que no cabe recurso en un caso de delito contra la Salud Pública y otro de defraudación de fluido eléctrico. Así, el magistrado ha dictado que el acusado deberá cumplir la pena 2 años de cárcel y abonar 350 euros de multa.
El hombre fue pillado durante la primavera de 2015 cultivando marihuana en dos locales diferentes. La ponía después a la venta. Concretamente, se le requisaron 43 plantas, distintos utensilios para el cultivo y 450 euros en su propio domicilio, sito en Pamplona.
A esto, la Policía Nacional incautó otras 72 plantas y otros tantos elementos para su producción en una bajera que el acusado tenía alquilada en la calle Río Alzania del barrio de Azpilagaña.
Se comprobó, asimismo, que el hombre no tenía contratado el abastecimiento eléctrico de este local, mientras que sí hacía uso de él. Su trampa consistía en utilizar un enganche ilegal con el que conseguía hacerse con el suministro de una compañía eléctrica. Además de la pena privativa de libertad y la multa el hombre de nacionalidad española deberá abonar a esta empresa un importe de 4.500 euros.
Aunque la sentencia es firme, el acusado podrá evitar la pena privativa con la condición de no delinquir en 4 años y abonar 100 euros al mes.
