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TRIBUNALES

El vecino de Milagro que atropelló mortalmente a un joven en Tudela conducía 'al límite' y no intentó esquivar a los jóvenes

El joven dio positivo en cocaína y cannabis y no cumplió las exigencias de la vía cuyo límite eran los 40 km/hora.

Estado del vehículo que conducía el joven de Milagro con el que mató a un zaragozano de 20 años.
Estado del vehículo que conducía el joven de Milagro con el que mató a un zaragozano de 20 años. ARCHIVO

La Policía Foral ha presentado el informe sobre el accidente mortal que tuvo lugar la tarde del 16 de abril de 2017 en la zona del camino de Las Norias de Tudela.

Según el informe, el accidente en el que el falleció un joven zaragozano de 20 años y su novia y otra joven resultaron gravemente heridas se produjo porque el conductor, vecino de Milagro de 28 años, "circulaba de forma temeraria", probando la velocidad máxima del vehículo en el camino de tierra.

El joven dio positivo en cocaína y cannabis y no cumplió las exigencias de la vía cuyo límite eran los 40 km/hora.

Además, al tratarse de una zona que estaba muy concurrida por la afluencia de peatones por la celebración del Día del Ángel, las especiales circunstancias hubiesen requerido que la velocidad fuese aún menor.

En el camino, el joven realizó una maniobra peligrosa al girar hacia la derecha, rebasando el camino por la izquierda en una curva. Tal era la velocidad que la ruedas traseras derraparon y se salieron a la hierba. La vegetación le impedía ver si había peatones circulando por el arcén pocos metros más adelante.

Tras la brusca maniobra en la curva, continuó a velocidad máxima y el coche rebasó el camino y se salió por el flanco derecho donde se encontraba el grupo de jóvenes. El conductor avanzó varios metros con el coche prácticamente fuera del camino, únicamente una rueda permanecía en la zona de gravilla.

Fue de esta forma como acabó con la vida de Carlos Pellejero que caminaba entre su novia y una amiga de ésta. La víctima murió tras impactar de cabeza contra la luna del coche tras lo que salió proyectado 14 metros.

Las otras jóvenes, que sufrieron heridas graves, salieron despedidas 15 y 30 metros, la última de ellas recorrió varios metros sobre el capó y el conductor acabó dando un bandazo con el que cayó del coche.

Pese a que el grupo de jóvenes se encontraba a 20 metros totalmente visibles, el conductor iba a tal velocidad que no los vio y no hizo ninguna maniobra para evitar el impacto. No había señales de frenazo en el lugar y tal y como concluyen los agentes el joven ni siquiera era consciente de que iba a provocar un atropello ya que no intentó evitarlo de ninguna forma.

HUYÓ DEL LUGAR

Tras ser consciente de que había atropellado a varias personas el joven paró varios metros más adelante. Dos jóvenes que viajaban con él se bajaron del coche a socorrer a las víctimas, al contrario de las primeras informaciones que señalaban que eran amigos del joven, se habían conocido esa misma tarde y les estaba acercando a coger un autobús.

El conductor condujo hasta Milagro, lugar donde residía con sus padres, con la luna completamente destrozada y el chasis abollado. Metió el coche en el garaje y entrada la noche fueron varios agentes de la Guardia Civil a su domicilio para decirle que se entregara y así lo hizo. Desde ese día el joven se encuentra en prisión a la espera de juicio.


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El vecino de Milagro que atropelló mortalmente a un joven en Tudela conducía 'al límite' y no intentó esquivar a los jóvenes