Se está realizando un seguimiento constante para ver cómo evoluciona la situación y hasta el lunes no se tendrá una evaluación.
El importante caudal que lleva el río Arga y la baja temperatura del agua han contribuido a disminuir el impacto de los 10.000 litros de gasoil que este martes perdió un camión en la PA-30, vertido que este este miércoles se acercaba ya a Puente la Reina aunque el Gobierno considera que el problema "está controlado".
La directora general de Medio Ambiente, Eva García, junto al jefe de la sección de Guarderío, Salvador del Pino, y el jefe de guarderío de la demarcación de Pamplona, José García Falces, ha visitado el Arga a su paso por San Jorge, donde se encuentra una de las cuatro barreras de contención instaladas hasta el momento.
García ha comentado a los periodistas que se está realizando un seguimiento constante para ver cómo evoluciona la situación y por ahora, aunque hasta el lunes no se tendrá una evaluación más precisa, el impacto es menor de lo que hubiera sido en época estival y de hecho, ha afirmado, "se puede prever que los daños no sean muy elevados".
El combustible se acerca ya a Puente le Reina donde se ha montado "una barrera importante que estancará un poco le vertido" y allí se verá, ha precisado, "si somos capaces de controlarlo mejor", aunque también ha advertido de que la existencia de centrales hidroeléctricas puede ser "un agravante".
Después de que durante toda la noche un operativo haya intentado evitar mayores vertidos, lo cierto es que un accidente relativamente alejado del río ha llegado a él a través de las pluviales y las canalizaciones, por lo que ha sido necesario establecer las citadas barreras conforme avanza el vertido, que en este caso es un producto que queda en la superficie.
Este hecho hace que los peces queden por debajo de la lámina de de combustible y no se vean afectados, ni los grandes que con un tóxico importante se quedan si oxígeno, ni los pequeños que directamente se intoxican.
Por eso el temor en el caso de la fauna se centra a los cormoranes que están hibernando y en los patos que hay en el Arga, con un ejemplar retirado, aunque ha podido ser por un golpe, según ha comentado García Falces, quien también ha explicado que estos animales cuentan con una película impermeable que les separa del agua y eso puede ser una defensa.
En cuanto a la pesca, ha indicado que es aún prematuro decir si se puede practicar o no a pesar de que no se vean peces muertos, por lo que ha pedido sentido común a los pescadores y a los organizadores de campeonatos.
Mientras que el Guarderío vigila y los bomberos se encargan de colocar las barreras, "todas las administraciones tienen que hacer sus evaluaciones", ha comentado la directora general de Medio Ambiente.
Así, el Gobierno se encargará del impacto medioambiental, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona debe "valorar los colectores y si el vertido ha dañado alguna otra infraestructura", y la Confederación Hidrográfica del Ebro "controlar la calidad del agua, si bien "la gran suerte es que no hay ninguna estación de abastecimiento aguas abajo, lo que podía haber sido un problema".
En cuanto al coste económico provocado por este vertido, Eva García ha puntualizado que los transportistas de sustancias peligrosas, como es el caso, están obligados a tener un seguro de responsabilidad ambiental y por eso es importante hacer la evaluación de todo para proceder después a las reclamaciones que corresponda.
