Al parecer, la muerte habría tenido que ver con las llamadas 'rissagas' que invadieron toda la isla, pequeños tsunamis provocados por cambios bruscos de temperaturas.
Un turista de nacionalidad alemana y de 53 años ha fallecido este lunes tras caer al mar en la zona de Cala Egos, en el municipio de Santanyí, al ser arrastrado por una ola.
Según han informado fuentes de la Policía Local de Santanyí, el hombre, que se encontraba en ese momento con su familia, ha caído al agua junto a su hijo.
La mujer del fallecido ha sido la encargada de dar la voz de alerta y de evitar que su hija también cayera al mar a consecuencia de la ola.
Una vez rescatado el hombre los servicios sanitarios han tratado de reanimarle sin éxito. El suceso ha tenido lugar a las 15.45 horas aproximadamente y hasta el lugar de los hechos se han desplazado Policía Local, Guardia Civil y personal sanitario.
Queréis ver como se desarrolló la mañana de ayer (día de #Rissaga) en el Puerto de #Cuitadella? @PortsIB ... aquí os dejo un timelapse de las cámaras de la @socib_icts pic.twitter.com/H1GLFh49FM
— Benjamín Casas (@BenCasas) 17 de julio de 2018
El fenómeno que os hemos compartido hoy es una #rissagadel #puerto de #alcudia en #mallorca y en otros #puertos como #portocristo ha alcanzado una oscilación de 1.15 metros! vía @socib_icts pic.twitter.com/pPi2VCuk5V
— Pescaturismo (@pescaturismo_) 16 de julio de 2018
Según ha informado el periódico El Mundo, los sucesos han ocurrido cuando se celebraba el día de la Virgen del Carmen, patrona del mar y de los marineros desde el siglo XVIII.
Al parecer, la muerte habría tenido que ver con las llamadas 'rissagas' que invadieron toda la isla, aunque este fenómeno se extinguió al mediodía y el turista falleció pasadas las 15.00 horas.
Las 'rissagas' son oscilaciones pronunciadas del nivel del mar desatadas por cambios bruscos de la temperatura y presión atmosférica que provocan pequeños tsunamis.
Estas olas obligaron a los mallorquines a asegurar sus embarcaciones y a caminar con cuidado. Por ejemplo, en Puerto Alcúdia, donde el fenómeno se dio con mayor agresividad, el agua llegó a inundar la primera línea del puerto y se coló en algunos locales comerciales, cuyo mobiliario quedó a la deriva.
