Ocurrió en el Instituto Plaza de la Cruz y el joven sufrió heridas en la pierna y en la mano al tratar que sacar el móvil de su pantalón.
Un chico de Pamplona de 14 años ha resultado herido con quemaduras de primer grado en la pierna después de que el teléfono que llevaba en el bolsillo explotara y ardiera mientras se encontraba en clase.
Los hechos ocurrieron este miércoles en el Instituto Plaza de la Cruz cuando el joven notó que su teléfono hizo algún ruido y comenzó repentinamente a estar muy caliente. Antes de comprobar qué es lo que ocurría, su compañera ya se percató de que salía humo del bolsillo de su pantalón.
"Fue todo muy rápido. Para cuando quiso cogerlo se quemó ya en los dedos", explica la madre del chico, que ha relatado los hechos, que consideran sorprendentes y muy graves por las consecuencias que podía haber tenido de ocurrir en otras circunstancias.
El teléfono en cuestión era un modelo BQ Aquaris U que la familia le había regalado al joven hace menos de un año. Era su primer teléfono y lo recibió como regalo de cumpleaños en junio de 2017.
Menos de un año después, mientras estaba en reposo y sin ningún uso ni en carga, el teléfono ardió por completo en mitad de una clase de 3º de la ESO.
Los profesores del centro pamplonés atendieron rápidamente al chico, que sufrió quemaduras y fue atendido en la Clínica San Fermín, a pocos metros del centro educativo, en el II Ensanche de la capital navarra.
"Hemos solicitado el parte médico y nos han aconsejado que pongamos una denuncia ante la policía o en consumo", relata aún con el susto la madre del menor, que no buscan sino poner en conocimiento del fabricante este grave episodio sucedido en Pamplona.
"Que no vuelva a ocurrir algo así. Imagina si está cargando por la noche en la mesilla o en otras circunstancias. Podría ser mucho más grave", reflexiona la mujer.
En la clase, el humo ocupó el ambiente y hubo que ventilar durante un tiempo, ya que el teléfono ardió casi por completo, como se puede ver en la imagen. Posiblemente lo ocurrido tenga que ver con un fallo de la batería, que es la que pudo hacer que el teléfono se calentara de tal forma hasta que prendió.
"Menos mal que llevaba puestos pantalones vaqueros, que son más resistentes, si no las lesiones hubieran sido mucho peor", analiza la madre. En la imagen superior puede verse también cómo quedó el pantalón tras el accidente.
No es, que se sepa, la primera vez que un teléfono de la marca española BQ sufre un fallo tan grave como el vivido en Pamplona. Hace unos meses, otros dos teléfonos ardieron de manera muy similar en el País Vasco.
“Que arda una batería es muy poco probable. Hablamos de un 0,001%”, aclararon en su momento desde la marca BQ a El Confidencial tras esos dos casos.
