• jueves, 28 de marzo de 2024
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SUCESOS

La fuerza de la riada empotró un coche dentro de un pasillo de la residencia de ancianos de las Hermanitas en Tafalla

Los bomberos han tenido que esforzarse este martes para sacarlo a través de complicadas maniobras.

Los bomberos sacan un coche que la riada introdujo en un pasillo de una residencia de Tafalla BOMBEROS DE NAVARRA (1)
Los bomberos sacan un coche que la riada introdujo en un pasillo de una residencia de Tafalla. BOMBEROS DE NAVARRA

Desde hace más de una semana, un coche permanecía bloqueado en un pasillo de la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Había llegado hasta allí empujado por la fuerza de la riada del lunes 8 de julio, día en el que la Zona Media de Navarra sufrió unas intensas inundaciones que provocaron la muerte de una persona y cuantiosos daños materiales.

Precisamente, estas monjas fueron uno de los colectivos más afectados por la riada del Cidacos, ya que sus instalaciones, en las que atienen a un centenar de ancianos causaron unos efectos devastadores, ya que el agua se llevó todo lo que necesitaban para completar sus servicios a los residentes: lavadoras, secadoras, planchas, cámaras frigoríficas y un larguísimo etcétera.

Su situación motivó la solidaridad de los navarros, ya que la Octava de San Fermín del pasado 14 de julio recaudó fondos para ayudar a acondicionar de nuevo sus instalaciones en Tafalla.

Las donaciones de pamploneses y visitantes no se hicieron esperar, y la capilla de San Fermín de la parroquia de San Lorenzo recogió en sus colectas durante las misas celebradas el día 14 un total de 14.930 euros, que ya fueron entregadas a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Pero para empezar a llenar de vida las habitaciones de la residencia, antes había que limpiar y sacar todos los escombros que provocó la riada. Y entre todo lo que se había introducido en el complejo, había hasta un coche, que se había quedado encajonado en uno de los pasillos.

Por ello, los bomberos se han afanado este martes en una maniobra complicada para, ayudados con una cuerda atada a un motor de un todoterreno, sacar al exterior el vehículo.

Una vez que el coche ha salido de la residencia, pueden comenzar los trabajos de limpieza de esa zona del edificio, con el objetivo de que, cuanto antes, las monjas puedan volver a ocuparse de los ancianos.


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La fuerza de la riada empotró un coche dentro de un pasillo de la residencia de ancianos de las Hermanitas en Tafalla