El ejemplar tenía las alas y las patas embarradas, lo que le impedía volar y también acceder a la orilla, ya que apenas se podía desplazar.
Personal del Guarderío Forestal del Gobierno de Navarra ha rescatado a una cigüeña blanca que estaba atrapada en una balsa de purines situada en la localidad de Oscoz (Imotz), después de que un vecino diera aviso.
El rescate tuvo lugar este fin de semana y, debido a la dificultad que presentaba el terreno, se solicitó la ayuda del Grupo de Intervención en Altura de Navarra (GIAN), que actúa en aquellas operaciones que presentan dificultades.
Un vecino de la localidad dio aviso de la presencia de una cigüeña atrapada desde el día anterior, que no conseguía salir de la balsa.
El ejemplar tenía las alas y las patas embarradas, lo que le impedía volar y también acceder a la orilla, ya que apenas se podía desplazar.
Personal de Guarderío Forestal de la Demarcación de Irurtzun se desplazó hasta la balsa para intentar ayudar al animal, pero las dificultades del terreno les impedían acceder hasta el lugar donde se encontraba el ave, por lo que se solicitó ayuda al Grupo de Intervención en Altura de este servicio.
Tras su rescate, la cigüeña fue trasladada al Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje de Ilundáin, donde fue sido lavada y alimentada. Una vez que recupere sus fuerzas será liberada en una zona de arrozales del sur de Navarra para que pueda continuar su viaje.
Por su parte Gurelur ha denunciado la muerte de decenas de jóvenes de cigüeña y de buitres "por la inacción de la Consejería de Medio Ambiente, que deja abandonados a ejemplares de estas especies protegidas, de los que tienen conocimiento a través de las comunicaciones que realizan los ciudadanos a los responsables del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Ilundain, cuando observan algún ejemplar de estas especies con necesidad de atención".
Un número importante de jóvenes de cigüeña blanca tienen incidentes durante sus primeros vuelos, tras abandonar el nido, al golpearse con cables, antenas y edificios, lo que les ocasionan pequeñas afecciones que requieren de atención para que estos ejemplares puedan desenvolverse sin problemas durante sus primeros meses de vida, una vez atendidos como corresponde.
Estos ejemplares, señalan desde la asociación, no pueden sobrevivir sin la ayuda necesaria, debido a las afecciones que sufren, no pudiendo volar para buscar comida y protegerse, muriendo de forma cruel, por inanición y por depredación.
Gurelur asegura estar trabajando "desde hace meses" para que alguna autoridad con "competencia" en estos temas, obligue a la Consejería de Medio Ambiente a tratar a todos los ejemplares de fauna protegida con necesidad de atención de los que tenga conocimiento y para que "se sustancien las responsabilidades legales en las que están incurriendo los que están dejando morir a la fauna protegida por no atenderla".
