Fuentes jurídicas han asegurado que el hombre de 53 años presenta un cuadro de "angustia y ansiedad".
El hombre de 53 años detenido el pasado martes en la localidad navarra de Cáseda, junto a dos de sus hijos, como presunto autor de un triple asesinato a tiros, se encuentra en los calabozos de la Policía Foral "anímicamente muy mal", han señalado a Efe fuentes jurídicas.
Los hechos tuvieron lugar la tarde del pasado día 18 cuando J.C.J.J., de 53 años, al que les testigos señalan como autor de los disparos de escopeta, y sus hijos de 22 y 18 años, se desplazaron en un vehículo hasta Cáseda, donde reside su hija, y mantuvieron una reyerta con su familia política debido a una ruptura matrimonial.
Fuentes judiciales han indicado que el hombre, que se ha negado a prestar declaración policial, se encuentra "anímicamente muy mal, llorando, con angustia y ansiedad".
La Policía Foral y la Guardia Civil, que se encargan de las diligencias del caso de manera conjunta, analizaron ayer durante tres horas el vehículo en el que trataron de huir los tres detenidos y se centran ahora en las pruebas a las dos escopetas halladas en el automóvil para realizar el atestado que enviarán al juez.
Cuando se redacte el atestado, los tres detenidos, que se encuentran en los calabozos de la Policía Foral en Pamplona, comparecerán ante el juez, que decidirá sobre su ingreso o no en prisión.
TRANQUILIDAD EN LA ZONA
Efectivos de la Policía Foral y de la Guardia Civil siguen patrullando la zona de la localidad de Cáseda, donde el pasado martes se produjo un triple asesinato, y seguirán haciéndolo en los próximos días en un dispositivo conjunto para la prevención de posibles altercados.
Según han informado a Efe fuentes de ambos cuerpos, la noche ha transcurrido con total tranquilidad, tanto en Cáseda, donde reside la pareja cuya ruptura conyugal provocó la reyerta entre las dos familias y uno de los jóvenes fallecidos, como en Muniáin de la Solana, donde vive el hombre de 53 años y sus dos hijos presuntos autores del crimen, y en Eslava, donde residían la víctima de 50 años y su hijo de 17.
Se trata de poblaciones navarras muy cercanas entre sí, al igual que la de Liédena, de donde procede la familia de las víctimas, localidad que también está siendo objeto de vigilancia.
Desde Policía Foral han comentado que, si el ambiente "sigue tranquilo" en los próximos días, se levantará el dispositivo policial.
