• martes, 19 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00
 
 

SUCESOS

Policías ensangrentados: el resultado de los motines de menores que Remírez niega

El Gobierno de Navarra sigue negando la realidad mientras la policía advierte de la escalada de violencia en el centro de menores de Marcilla. 

Agentes de la Policía Foral muestran ropa ensangrentada tras actuar en el centro de menas de Marcilla
Agentes de la Policía Foral muestran ropa ensangrentada tras actuar en el centro de menas de Marcilla

Las últimas jornadas están siendo especialmente complicadas en el centro de menores de Marcilla, el edificio donde el Gobierno de Navarra acoge a chicos llegados de distintos países, principalmente de África.

El supuesto intento de integración que persigue el Gobierno foral se ha convertido en realidad en incidentes constantes, miedo en la localidad, motines y agresiones que parecen no tener fin, lo que ofrece un buen resumen del estrepitoso fracaso del departamento de Derechos Sociales y del Ejecutivo de María Chivite con este tema.  

A pesar de las agresiones y violencia vivida, el Gobierno de Navarra y el Partido Socialista siguen negando los hechos y aseguran que se trata todo de un "falso relato", mientras los agentes de la Policía Foral se enfrentan a agresiones y comportamientos que les ponen cada vez más en riesgo. 

Esta semana se han producido dos motines en el centro que buscaban alternar su funcionamiento, ha habido fugas y varios chicos trasladados con lesiones de gravedad al Hospital Universitario de Navarra, donde los responsables de seguridad han vuelto a llamar a la policía para pedir ayuda. 

El sindicato profesional de Policía Foral (CSIF/SPF) ha divulgado una imagen que vale más con 1.000 ruedas de prensa con las mentiras de Javier Remírez: dos agentes de policía muestran sus uniformes ensangrentados tras una de sus actuaciones en el centro de menores. 

"La Policía Foral solucionando la papeleta. Nos gustaría saber qué medidas se van a tomar. La solución no es policial, pero mientras tanto ahí estaremos para lo que se nos requiera", ha escrito el sindicato tras una fin de semana muy movido en el centro con otro conato de motín. 

Este mismo sindicato tuvo que salir esta semana a pararle los pies al vicepresidente Remírez y a su Gobierno por minimizar lo ocurrido y mentir a la opinión pública sobre los hechos que suceden ya de forma constante. 

Este sábado los agentes se encontraron a un joven herido con cortes por todo el cuerpo y se enfrentó a los policías de manera muy violenta. El miércoles en otro motín los internos lanzaron objetos desde las ventanas y se produjeron al menos 4 heridos, uno de ellos grave que tuvo que ser trasladado hasta Pamplona en una ambulancia medicalizada. 

Por ello, desde CSIF/SPF han criticado "que los máximos responsables políticos en la protección de los menores minimicen la entidad de lo ocurrido", que "sólo lo diferencia de otros acaecidos recientemente por su trascendencia mediática", han aseverado. "De hecho, si bien el requerimiento policial por parte del centro ha sido habitual desde su apertura en julio de 2019, se ha incrementado significativamente desde comienzos de 2022", han remarcado.

Desde el sindicato han afirmado que "sólo en el mes de abril se pueden contabilizar más de veinte incidentes, la mayor parte desarrollados dentro del recurso y relacionados con traslados a otros centros por desajustes conductuales, problemas con el consumo de estupefacientes, agresiones y robos, cuyas víctimas principales son otros menores o los propios trabajadores".

En la localidad de Marcilla cunde el desasosiego por lo que sucede con los 54 menores del centro, que han provocado ya otros incidentes en la localidad y que generó una contestación social ante el hartazgo por robos, acoso a niñas y situaciones desagradables para los vecinos.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
Policías ensangrentados: el resultado de los motines de menores que Remírez niega