• viernes, 29 de marzo de 2024
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SOCIEDAD

Un socorrista sin preparación: estas son las infracciones de las piscinas de Navarra detectadas este verano

Agentes de la Policía Foral han recorrido las instalaciones de la Comunidad foral para comprobar y garantizar la seguridad de los usuarios. 

Un agente de la Policía Foral durante la inspección de una de las piscinas en verano.
Un agente de la Policía Foral durante la inspección de una de las piscinas en verano.

Agentes de la Policía Foral descubrieron durante la campaña de inspección de piscinas públicas que un socorrista carecería de titulación profesional para estar al cuidado de los bañistas. Ocurrió este verano en las piscinas de Lazagurría, que se llevó la correspondiente sanción por este grave incumplimiento y el cierre cautelar de la piscina. 

Es una de las inspecciones  llevadas a cabo por los agentes adscritos a la Brigada de Juego y Espectáculos en colaboración con el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra. El incumplimiento de las normas de funcionamiento puede llevar aparejadas sanciones de hasta 3.005 € (infracciones leves), de 3.005 hasta 15.020 € (graves) y de 15.020 hasta 601.012 € (muy graves).

Los controles se han llevado a cabo durante la temporada de baño y tienen como principal objetivo garantizar la seguridad y la salud de los usuarios de las instalaciones, para lo cual los policías forales exigen y comprueban:

Durante la campaña de 2017 los policías de la Brigada de Juego y Espectáculos han realizado 101 inspecciones, detectándose 66 infracciones. La más llamativa fue el ya mencionado cierre cautelar de la piscina de Lazagurría.

Las infracciones más comunes detectadas fueron la inadecuada cumplimentación de la documentación, las relacionadas con las instalaciones dedicadas a botiquín o la exposición de la analítica del agua; el contrato o documento acreditativo de que la instalación cuenta con el personal de salvamento y socorrismo legalmente titulado; la existencia de Botiquín y la adecuación del mismo; el cierre perimetral de los vasos; la señalización de las profundidades de los vasos o los sistemas de cierre cuando los socorristas no se encuentran presentes.

La normativa contempla también la posibilidad de aplicar medidas accesorias, que pueden conllevar el cierre de la instalación por un espacio de tiempo de hasta cinco años. Igualmente se pueden cerrar cautelarmente las instalaciones cuando se detecten alteraciones de los parámetros del agua o por falta de acreditación del personal de socorrismo, medida que está vigente hasta que se subsanan las deficiencias observadas.

Todo ello se lleva a cabo en cumplimiento de la normativa reguladora: el DF 123/2003, por el que se establecen los criterios técnico sanitarios de las piscinas de uso colectivo, y el RD 742/2013, por el que se establecen los criterios técnico sanitarios de las piscinas. Igualmente se ha comprobado que la instalación cuenta con la documentación y exposición pública de la analítica del agua de cada vaso, que debe realizarse quincenalmente por un laboratorio autorizado y dos veces al día por personal de la instalación.


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Un socorrista sin preparación: estas son las infracciones de las piscinas de Navarra detectadas este verano