• martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 17:29
 
 

SUCESOS

Alertan sobre los 'chiringuitos financieros', la estafa de moda que sufren los inversores

Los perjudicados ingresan su dinero tras la promesa de rápidos beneficios y cuando han ingresado una alta cantidad y pretenden recuperarlo, pierden todo.

Una agente de la Guardia Civil comprueba la página web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. GUARDIA CIVIL
Una agente de la Guardia Civil comprueba la página web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. GUARDIA CIVIL

La Guardia Civil de Navarra, a través del Equipo de Delincuencia Tecnológica y Económica (EDITE), se encuentra investigando varias estafas conocidas como 'estafas a inversores', una modalidad en la que los perjudicados ingresan su dinero tras la promesa de rápidos beneficios y cuando han ingresado una alta cantidad y pretenden recuperar sus beneficios se les indica que "éstos han caído debido a la volatilidad del mercado o simplemente desaparecen sin dejar rastro", perdiendo todo el dinero aportado.

El término 'chiringuito financiero' define de manera informal a aquellas entidades que ofrecen y prestan servicios de inversión sin estar autorizadas para hacerlo. "Son peligrosos porque en la mayoría de los casos la aparente prestación de tales servicios es sólo una tapadera para apropiarse del capital de sus víctimas, haciéndoles creer que están realizando una inversión de alta rentabilidad", ha advertido en una nota la Guardia Civil.

En este sentido, ha recalcado que "los elevados rendimientos que ofrecen suelen ser demasiado buenos para ser ciertos: sólo son el cebo con el que consiguen que los inversores menos informados o más confiados les entreguen sus ahorros". "Cuando no pueden justificar las pérdidas, simplemente desaparecen o cambian de nombre. Es decir, no se trata de entidades más o menos solventes o con mayores o menores habilidades en la gestión financiera. Sencillamente, son estafadores", ha señalado.

Los canales que utilizan los 'chiringuitos financieros' para contactar con sus potenciales víctimas no son distintos de los que puede emplear cualquier entidad legalmente autorizada para difundir sus propuestas comerciales entre clientes o posibles clientes: teléfono, cartas, correo electrónico, páginas web, etc.

La diferencia reside en la manera en que utilizan estos canales, el tipo de mensajes que transmiten y "la actitud general que muestran para lograr sus objetivos". Para obtener los contactos recurren a bases de datos (a menudo obtenidas de forma fraudulenta) de las que extraen direcciones de personas que, por ejemplo, han suscrito un determinado producto financiero, reciben periódicamente una publicación económica o en alguna ocasión contestaron ciertas encuestas en las que reflejaron sus gustos, aficiones y situación económica familiar.

"El gran éxito de Internet como herramienta de marketing directo se basa en que permite a los anunciantes acceder a una amplia masa de receptores a un coste muy inferior al de los medios tradicionales (teléfono, buzoneo). Este hecho, unido a la posibilidad del anonimato, ha dado lugar a utilizaciones abusivas del medio, como por ejemplo el 'spam', o envío indiscriminado por correo electrónico de ofertas comerciales no solicitadas de productos o servicios dudosos, inexistentes o que rozan la ilegalidad", ha explicado.

Por este motivo, el EDITE de la Guardia Civil de Navarra ha recomendado a los inversores que duden de empresas que prometen un gran beneficio en poco tiempo y que se consulten dichas empresas en la página web oficial de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, donde se publican avisos sobre empresas no autorizadas a operar en España.

Igualmente se recomienda evitar la utilización de los enlaces emergentes de páginas web que aparecen en diferentes páginas de Internet y sólo utilizar sitios de confianza.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
Alertan sobre los 'chiringuitos financieros', la estafa de moda que sufren los inversores