Fueron distintas las llamadas que la Policía Municipal recibió sobre las 2 horas para acudir a parar la juerga.
Varias han sido las llamadas que se han registrado a lo largo de la madrugada de este miércoles relativas a una fiesta que tenía lugar en el barrio pamplonés de Iturrama. Concretamente, todas en el teléfono de las dependencias de la Policía Municipal, donde los vecinos hablabam de una fiesta que imposibilitaba su descanso.
Tal y como han relatado fuentes policiales que atendieron el suceso, hasta la calle Íñigo Arista número 1 se tuvo que acudir pasadas las 2 horas de la madrugada de este miércoles para "parar la fiesta" que estaba teniendo lugar en una de las viviendas. Se trataba de 30 jóvenes universitarios que se reunían en el mismo habitáculo.
Antes de acudir directamente hasta la altura del edificio en el que tenía lugar el evento, la Policía Municipal ha sido la encargada de realizar la sonometría correspondiente desde uno de los pisos vecinales que han denunciado la molesta situación.
Los datos que ha arrojado la medición, que no se han precisado, corroboraban el alto e importante volumen que alcanzaba la juerga. Tal y como se procede en este tipo de casos, en los que el infractor debe ser notificado sobre la medición, los chavales han sido informados inmediatamente por parte de los agentes.
Estos, por su parte, se han encargado de parar la continuidad de la fiesta invitando a los chicos a desalojar la vivienda. Mientras salían por la puerta, uno a uno, se contó el número de invitados que tenía la celebración, llegando a los 30 jóvenes.
El acta con el resultado de la sonometría, realizada con un aparato homologado, se tramita en estos casos al área de ecología urbana y movilidad del Ayuntamiento de Pamplona, quien se encarga de formalizar el expediente sancionador correspondiente y la multa que convenga.
