La banda ya ha sido detenida y al menos 3 curas de Navarra han abandonado durante unos meses sus parroquias tras el duro acoso.
Ha sido un acoso "infernal". Así lo han relatado fuentes próximas a la investigación. Tanto, que al menos tres curas navarros han abandonado durante las últimas semanas sus parroquias, en algunos casos más de un mes, tras la extorsión a la que les sometía la banda.
El grupo, de nacionalidad rumana, ya ha sido detenido. Su forma de actuar era directa y contundente. Varias mujeres rumanas entraban a los despachos parroquiales con intención de pedir ayuda y salían de allí con la amenaza de denuncia por acoso sexual por delante. La excusa inicial era pedir dinero por necesidad familiar, con lo que se ganaban cierta confianza de los curas.
Al principio todo se solucionó con el pago de algunas cantidades, pero luego la banda comenzó a pedir más y más, lo que hizo que algunos de los sacerdotes navarros pagaran sumas muy importantes, hasta el punto de quedarse ya sin dinero para abonar las "cuotas" que les exigían los extorsionadores.
Tres sacerdotes, uno de ellos de una conocida parroquia del Casco Antiguo de Pamplona, han abandonado sus iglesias debido a esta situación y han quedado "escondidos" de la mafia mientras se solucionaba el asunto. Se espera que en pocas semanas puedan volver a desarrollar su trabajo con normalidad.
Según señala Diario de Navarra en su edición impresa de este jueves, la extorsión en Navarra no se ciñó sólo a sacerdotes, sino que también se puso en práctica con otras personas mayores, más vulnerables en este tipo de situaciones.
El Arzobispado dio aviso de lo que ocurría, pero la operación policial se retardó debido a la ausencia de denuncias en un principio, ya que los sacerdotes tuvieron miedo de las amenazas de los extorsionadores.
