Doce jóvenes han cerrado la tarde de este lunes con 300 euros menos en sus cuentas corrientes o, mejor dicho, en las de sus padres, después de haber incumplido las normativas sanitarias impuestas para frenar el avance del coronavirus.
Tras recibir diversas llamadas ciudadanas que alertaban de que en una zona concreta de la localidad se solían incumplir de manera sistemática la normativa aprobada por el Gobierno de Navarra, la Policía Foral ha acudido esta tarde de lunes al lugar para tratar de cortar de raíz esta situación.
Lo ha hecho con tres patrullas de Seguridad Ciudadana, dos uniformadas y otra con los agentes vestidos de paisano, que han logrado identificar y denunciar a 12 de los jóvenes que se encontraban reunidos.
Los demás jóvenes que estaban participando en la reunión en Ansoáin han conseguido huir cuando se han dado cuenta de la presencia en la zona de los agentes de la Policía Foral.
Al no estar realizando un botellón, la sanción que deberán afrontar es de 300 euros con pronto pago (si hubieran estado bebiendo, la multa asciende a 600 euros). Las denuncias se remiten a la dirección general de Interior, para la apertura del expediente sancionador.
La actitud de estos jóvenes recuerda a la que todos los fines de semana demuestra una parte de la población, que acude a botellones y fiestas en viviendas, ignorando los riesgos de propagar el Covid-19.
