"Gracias hermano por todo lo que me has enseñado", ha dicho su hermano Alberto durante un momento de la celebración.
Cientos de personas han recordado hoy en Berbinzana a José Javier Suescun Subero, de 31 años, fallecido el domingo al término de la Behobia-San Sebastiáin.
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad navarra se ha quedado pequeña minutos antes de las 16.30 horas, cuando ha comenzado la ceremonia religiosa. En la calle se han congregado numerosos grupos de amigos, vecinos y conocidos de José Javier Suescun, muy querido en la localidad. Su padre, Santiago Suescun, había sido alcalde del pueblo y el joven seguía viviendo en Berbinzana con su mujer Marina Rodríguez, con quien se había casado hace pocos meses.
Agentes de la Policía Foral y de la Guardia Civil han tenido que controlar los accesos a Berbinzana ante la llegada de numerosos vehículos. En la iglesia, decenas de ramos de flores acompañaban al féretro. Desde el lunes y durante todo el martes han sido también cientos las personas que han acudido también al velatorio de Berbinzana para trasladar su apoyo a la familia.
La ceremonia ha rebosado cariño a José Javier, del que se ha recordado su "humanidad y su sonrisa permanente, así como su calidad como persona. Todo lo que se proponía lo conseguía, era perseverante y competitivo, pero muy sano".
En la ceremonia han intervenido el hermano del fallecido, Alberto, y Fernando, uno de sus mejores amigos.
Su hermano le ha dado las gracias por todo lo que le ha enseñado en la vida, por haber sido un buen hermano. "No te preocupes, que yo cuidaré de tu mujer y de la familia ahora que no estás", le ha dicho.
Muchas personas han tenido que seguir desde el exterior la celebración religiosa, donde se han dado cita amigos del fútbol, de la Peña Sport y del Injerto, así como conocidos de su etapa en la Universidad Pública o de su trabajo.
