Al operativo de búsqueda se había unido este sábado por la mañana un equipo de bomberos que había sobrevolado la zona en un helicóptero.
Una patrulla de Medio Ambiente ha localizado en buen estado de salud a un montañero guipuzcoano de 49 años que se había perdido en la sierra de Aralar, según ha informado la Policía Foral.
Un operativo que estaba coordinado por SOS Navarra se había lanzado este viernes por la noche para tratar de localizar en la zona al montañero, del que se desconocía su paradero.
Fue sido su esposa la que, sobre las 23 horas del viernes, llamó al teléfono 112 para indicar que el extraviado salió de casa con la intención de ascender a los montes Pallardi y Tutturre, en las Malloas de Inza, y que tenía previsto aparcar el coche en el Guardetxe de Aralar.
Bomberos del parque de Alsasua y agentes de la Policía Foral, movilizados por SOS Navarra, localizaron el vehículo en el lugar indicado, pero los rastreos que realizaron el viernes no dieron ningún resultado. Las malas condiciones meteorológicas, con intensa lluvia y niebla, dificultaron la búsqueda.
Esta mañana de sábado se han retomado los rastreos por parte de un equipo al que se han sumado el Grupo de Rescate Técnico (GRT) de los bomberos, que se ha desplazado en un helicóptero que ha sobrevolado la zona, y los voluntarios de la Asociación EBYS (Equipo de Búsqueda y Salvamento) y del Grupo del Perro de Salvamento de Navarra, según ha informado el Gobierno foral.
La Guardia Civil, por su parte, había desplazado a la zona a unidades de los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM), dos patrullas de la Unidad de Seguridad Ciudadana Comandancia (Usesic) y varias patrullas de seguridad ciudadana.
LA NOCHE SE LE ECHÓ ENCIMA
Sobre las 10 horas de este sábado, uno de los equipos en los que se había dividido el dispositivo para repartirse las zonas de búsqueda, integrado por agentes de la Policía Foral, lo ha encontrado en perfecto estado y lo ha trasladado hasta el lugar donde había aparcado su coche.
Según ha relatado el montañero, inició la subida tarde y, al descender, se le echó la noche encima, lo que, unido a la niebla, hizo que se despistara y tomara un camino equivocado. Localizó un cobijo natural y allí ha permanecido durante la noche.
