Muchos de los conductores pasaron la noche en domicilios particulares, mientras que otros cientos lo hicieron en el albergue, el polideportivo y el frontón.
La apertura este domingo por la mañana de la Autovía del Norte (A-1), que se encontraba cerrada en la parte guipuzcoana del puerto de Etxegarate, ha permitido la salida de las personas que han tenido que pernoctar en los alojamientos habilitados en Alsasua, al quedar atascados el sábado en la carretera.
El director general de Interior del Gobierno de Navarra, Agustín Gastaminza, la directora de Protección Civil, Isabel Anaut, y el director del Servicio de Bomberos, Javier Bayona, coordinaron durante la noche del sábado al domingo desde la Sala de SOS Navarra las labores de acogida de los viajeros, en contacto permanente con la consejera de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia María José Beaumont, así como con el alcalde de Alsasua, Javier Ollo, que estuvo dirigiendo el operativo en el lugar.
El director general de Interior y la directora de Protección Civil han acudido este domingo por la mañana a Alsasua para agradecer personalmente al alcalde de la localidad la solidaridad demostrada por los integrantes del Ayuntamiento y el vecindario que ha posibilitado que las personas atrapadas por el temporal de nieve pudieran pasar la noche en condiciones de seguridad.
También han visitado los alojamientos habilitados el director gerente del Instituto Navarro de Deporte y Juventud, Rubén Goñi, y el subdirector de Desarrollo Estratégico, Infraestructuras y Gestión de Recursos, Josu Janices, ambos adscritos al departamento de Cultura.
LA AYUDA DE LOS VECINOS
Han pernoctado en el albergue que el Instituto Navarro de Deporte y Juventud tiene en Alsasua unas 200 personas, mientras que tras 300 lo han hecho en el polideportivo Zelandi y 70 más en el frontón Burunda. A ellas hay que unir una cifra de personas de difícil cuantificación que lo han hecho en los domicilios particulares que han puesto a disposición de los responsables del operativo numerosos vecinos, que en algunos casos alojaron a grupos de hasta ocho personas.
Las sociedades gastronómicas han colaborado elaborando caldos, tortillas y otros alimentos, en tanto que Eroski abrió uno de sus establecimientos para suministrar productos de primera necesidad, incluidos pañales. También abrió fuera de su horario habitual la gasolinera, con el fin de posibilitar el repostaje de los vehículos de los servicios asistenciales.
El Servicio Navarro de Salud movilizó personal médico, tanto de guardia como fuera de turno, para atender las necesidades que pudieran surgir, y asimismo fue reforzado el servicio de SOS Navarra con operadores y jefes de sala fuera de turno, que acudieron voluntariamente al centro al conocer la situación, lo que permitió atender las aproximadamente 5.000 llamadas que recibió el sábado el teléfono 112.
Voluntarios de Cruz Roja y DYA colaboraron en la evacuación de los atrapados, entre los que repartieron más de 250 camas, cientos de mantas y kits de higiene. SOS Deiak también aportó, a través de Cruz Roja de Álava, un gran número de mantas.
SEIS PATRULLAS
La Policía Foral, que durante la noche organizó la operación que permitió que los coches atrapados pudieran dirigirse hacia Alsasua por la calzada que limpiaron las máquinas quitanieves de la Dirección General de Obras Públicas, ha enviado seis patrullas al lugar para ordenar y dirigir la salida de los vehículos hacia sus destinos, en colaboración con la Guardia Civil. Varios agentes de la Policía Foral fuera de servicio se presentaron voluntariamente para participar en el operativo.
La gran mayoría de las personas que quedaron bloqueadas al cerrarse el puerto de Etxegarate eran extranjeras en tránsito hacia Europa, que desconocían las alertas activadas ante la previsión de importantes nevadas. Entre los vehículos atrapados había cinco autobuses, en los que viajaban unas 200 personas, que hubo que evacuar en coches de los bomberos, vehículos de la Policía Foral y también en automóviles particulares.
