Los menores del modelo D (euskera) muestran las pancartas en el interior del colegio, e incluso pintan las consignas de la izquierda abertzale en la pizarra.
"Un espíritu plural y tolerante". De esta manera definió esta semana la presidenta Uxue Barkos la situación de Alsasua, la localidad donde han sido detenidos y enviados a prisión siete jóvenes por la paliza a dos miembros de la Guardia Civil en la madrugada del pasado 15 de octubre en el bar Koxka de la localidad.
Un espíritu, que desde luego, no se ha trasladado a las aulas del Instituto San Miguel de Aralar de la localidad. El centro, de Educación Secundaria (ESO) y Bachillerato en modelos A y D (íntegramente en euskera) ha vivido esta semana con una intensidad inusitada, especialmente desde el lunes, cuando comenzaron los arrestos.
Los alumnos vinculados a los grupos de la izquierda radical abertzale han llevado sus protestas y las consignas habituales contra la Guardia Civil al interior de las aulas, perturbando la normal convivencia entre los menores de edad.
En la ESO hay niños desde los 12 a los 16 años que han visto como, especialmente los chicos de Bachillerato (17 años) han jaleado a los detenidos y han paseado y colgado pancartas sobre los "montajes policiales" o en contra de la "represión".
Familias de la localidad consultadas han mostrado su rechazo a estos hechos. Los que los alumnos que no comparten estas ideas abertzales tienen que "aguantar sin rechistar" que en la pizarra de la clase se escriban eslóganes contra las detenciones (Atxilotuak askatu, libertad para los detenidos) o se coloquen pancartas por el instituto en favor de la expulsión de la Guardia Civil (Alde Hemendik, fuera de aquí).
Según las fotos colgadas en redes sociales por grupos afines a los radicales, se puede ver como en las instalaciones del Instituto se han llevado a cabo sentadas y protestas por lo sucedido, tanto en las aulas como en el patio del centro escolar. Los hechos han ocurrido durante el horario lectivo, según las fuentes consultadas.
En los mensajes difundidos por las cuentas que maneja Izquierda Abertzaleak (el sindicato estudiantil de Sortu y Bildu), los tuits y artículos en Facebook se suceden con las fotos de los menores y los nombres de los detenidos, además de enlaces a todas las páginas de los radicales en las que se insulta a la Guardia Civil.
La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ordenó el miércoles el ingreso en prisión incondicional y sin fianza para un séptimo acusado de agredir al teniente y al sargento de la Guardia Civil.
Se trata de Adur Ramírez, que no fue detenido el lunes en la operación con 9 arrestados y que se presentó de forma voluntaria en la Audiencia Nacional para prestar declaración. Otro de los implicados en el ataque, Aritz Urdangarin, ha quedado libre con la obligación de comparecer dos veces a la semana en los Juzgados.
La magistrada ha interrogado, además, durante la jornada a los dos agentes y sus parejas en calidad de testigos. Los agredidos también han participado envarias ruedas de reconocimiento para tratar de identificar a las personas que les golpearon durante la paliza que tuvo lugar en un bar de la localidad.
Este mismo miércoles, la juez ha archivado la imputación de la maestra Edurne Martínez Arrese, después de que el pasado las víctimas no la reconocieran como autora de los golpes.
RUTINAS DE HOSTIGAMIENTO
La juez enmarca la paliza en las rutinas de "hostigamiento" a los agentes del Instituto Armado que impone el colectivo Ospa Mugimendua, al que pertenecen algunos de los detenidos, y que opera en el municipio navarro.
Por el momento, la juez de la Audiencia Nacional ha ordenado el ingreso en prisión incondicional y sin fianza para 7 personas como partícipes directos en la agresión a dos guardia civiles y sus parejas el pasado 15 de octubre en Alsasua.
A instancias del fiscal, ha decretado la prisión por un delito de terrorismo del artículo 573 para Iñaki Abad, Oihan Arnanz, Adur Ramírez, Julen Goicoechea, Jon Ander Cob, Jokin Unamuno, Aritz Urdangarin.
