El conductor terminó con lesiones de importancia y tuvo que ser relevado de su puesto de trabajo.
Los conductores y trabajadores del Transporte Urbano Comarcal se van a concentrar este viernes a las 10 horas frente a la Mancomunidad de Pamplona para exigir más seguridad para los chóferes de las villavesas de la ciudad.
Tal y como ha relatado el comité esta mañana de jueves en una nota, la protesta se lleva a cabo después de la última y violenta agresión sufrida a uno de los conductores. Tuvo lugar el pasado sábado 3 de marzo y sobre las 5 horas de la madrugada, cuando un autobús estaba parado en la cuesta de Labrit de la capital navarra.
En la cabecera de la línea nocturna número 3 (Noáin-Beriáin), un ciudadano intentó acceder al vehículo sin pagar por el viaje. "El compañero le dijo que pagara o se bajara y el agresor le agarró por la espalda al conductor y le propinó puñetazos y golpes en la cara, abriéndole el labio", relata la nota del comité de la empresa.
Tal y como explican, el autobús "no tenía cámara de seguridad", un elemento que podría haber ayudado a la posible identificación del agresor, que salió corriendo del autobús después de propinarle la paliza. Relatan, asimismo, que acabó con lesiones de importancia, y tuvo que ser relevado de su puesto de trabajo.
Valoran, además que "esta situación se viene repitiendo en demasiadas ocasiones, no solo en el servicio nocturno, sino también en el diurno". Hace poco más de seis meses, otro chófer fue también agredido a las 5 de la tarde en Barañáin y con la villavesa en marcha. "Las agresiones verbales siguen en aumento, aunque no son denunciadas", apostilla el comité del TCC.
Por este motivo, solicitan que se pongan en marcha mamparas para los autobuses del servicio nocturno y cámaras en todos los autobuses, "tal y como se comprometió la Mancomunidad en las últimas reuniones mantenidas".
