El conductor, de 21 años, se ha negado a someterse a la prueba de alcoholemia a pesar de la obviedad de sus síntomas etílicos y ha acabado siendo detenido.
El fin de semana se ha saldado en Pamplona con diez accidentes de tráfico atendidos por la Policía Municipal de la capital navarra y dos personas heridas: un peatón de 37 años y una motorista de 27. Según especifica el cuerpo policial, en al menos cuatro de los siniestros los conductores han dado positivo por alcoholemia superando con creces la tasa permitida.
Uno de los casos más aparatosos se produjo en la noche del sábado al domingo, sobre las 23.10 horas, en la calle Aoiz. Un joven de 21 años que conducía borracho circulaba por esta vía y causó un accidente al chocar estrepitosamente contra la barandilla y la valla de un parking subterráneo.
El accidente causó numerosos daños materiales en el propio vehículo y en la valla que delimita la entrada al aparcamiento subterráneo. Afortunadamente el siniestro se ha saldado sin heridos.
La Policía Municipal acudió a socorrer el accidente y lo más llamativo fue la actitud del conductor, pues a pesar de la obviedad de sus síntomas etílicos, el joven se negaba a someterse a la prueba de alcoholemia.
Finalmente el hombre fue detenido acusado de dos delitos: conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y la negativa a someterse a la prueba de etilometría. El equipo de atestados de la Policía Municipal se encarga de la investigación del siniestro y de la tramitación judicial del atestado.
