Hace algo más de un año, Mikel Purroy Elizari (Pamplona, 1996) y David Codina Leria (Barcelona, 1995) vieron donde otros solo encuentran obstáculos la oportunidad de prosperar en un sector en auge y se lanzaron a formar su propia empresa de viviendas modulares.
Rápidamente, lo que había comenzado como un proyecto del máster que ambos cursaban en el IE en Madrid se constituyó en VIMO, que desde mayo de este año trabaja como enlace de promotores y fabricantes para construcciones industrializadas.
"No sabíamos en concreto lo que queríamos pero estábamos convencidos que tenía que estar relacionado con la construcción industrializada", comenta Purroy, cofundador de Vimo.
Pese a que en España han sido denostadas bajo el calificativo de 'prefabricadas' y apenas se impulsaba este tipo de construcción, estos dos jóvenes escaparon de los tópicos y prejuicios para apostar por un modelo de vivienda que supone hasta el 30% de nuevas construcciones en muchos países de Europa.
"Ponemos en contacto a promotores y fabricantes para el estudio de sus proyectos. Se adapta y estudia cada proyecto en particular en las oficinas técnicas de las fábricas para dar la mejor solución, que depende de la localización ( por la importancia del transporte ), volumen o tipología de vivienda", explican desde Vimo.
Con este método consiguen en tan solo dos semanas una primera aproximación y visualización de lo qué sería el proyecto, y si ambas partes están conformes se encargan desde ese momento en llevar a cabo la propuesta.
"Nuestro trabajo logra reducir los tiempos de entrega, permitiendo construir una vivienda modular en tan solo cuatro meses y sin sufrir desviaciones en el precio. Nuestra lucha se basa en dar a conocer las ventajas del industrializado. No es más barato, pero sí más rápido y a precio cerrado", exponen los dueños de la firma , quienes atienden a sus clientes desde Madrid, Barcelona o Pamplona.
Por el momento, parece ser que estos dos antiguos alumnos de Marketing y Derecho han dado con la tecla ya que en apenas medio año cuentan ya con un volumen de negocio total de 25 millones de euros y más de 17.000m2 y forman parte del Cluster de la edificación de Madrid
"Nuestro principal objetivo este año es que todo aquel promotor o cliente que trabaje con nosotros se convenza de que tanto el industrializado como Vimo son la solución para el resto de proyectos . Que repita y recomiende", explica la compañía, que tiene el propósito de firmar dos proyecto más antes de terminar 2021.
Mikel Purroy Elizari, cofundador de Vimo, admite estar muy contento con el transcurso de su empresa, ya que "los proyectos van saliendo" y "hemos ofertado nuevas promociones".
No obstante, es cauto y prefiere esperar a cerrar el primer año para obtener los datos que permitan saber realmente cuál es la dimensión de Vimo y hacia dónde apunta.
Además, mantienen los pies en suelo conocedores de los múltiples imprevistos que debe saber afrontar cualquier empresa del sector de la construcción.
"La subida del coste de las materias primas ha hecho que tengamos que retrasar e incluso cancelar muchas de las propuestas planteadas. Es una pena , esperamos que la situación se corrija lo antes posible", señala Purroy.
Sin embargo, la principal lucha de estos dos jóvenes emprendedores continúa en luchas contra los prejuicios y la connotación negativa existente con respectado al industrializado.
"Algunas personas siguen pensando que son casas sin cimientos ,de peor calidad, y no es así. Es la edificación del futuro. Con los coches está interiorizado, pero parece que con las viviendas cuesta más", admiten desde Vimo.
