• jueves, 28 de marzo de 2024
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SALUD

¿Tristeza o depresión? Un 15% de los habitantes de Navarra presenta síntomas depresivos

Una investigación de la Universidad de Navarra confirma que el estrés crónico provoca el aumento de una proteína asociada a la depresión.

Imagen de archivo de una mujer cabizbaja y llorando. ARCHIVO
Imagen de archivo de una mujer cabizbaja y llorando. ARCHIVO

La investigadora de la Universidad de Navarra Mercedes Erburu ha defendido una tesis doctoral acerca de la influencia de los factores ambientales sobre la genética (epigenética) en los trastornos depresivos, que, según afirma, afectan al 15% de las personas que residen en la Comunidad foral.

Al igual que otros trastornos neuropsiquiátricos, la depresión es el resultado de la interacción entre factores de tipo genético, psicosocial y ambiental. “Este hecho, así como las limitaciones de las técnicas de estudio en cerebros post mortem y de neuroimagen, ha dificultado que se conozca bien cómo actúan las moléculas implicadas en el desarrollo de la enfermedad”, explica.

No obstante, de forma reciente se apunta a factores epigenéticos como indicadores de riesgo de sufrir la enfermedad, lo que explicaría la enorme variabilidad entre los individuos que la padecen y la diferencia de respuesta ante los tratamientos”, detalla la doctora del departamento de Farmacia y Toxicología.

Precisamente, la investigación desarrollada por Mercedes Erburu se ha centrado en el papel de dos proteínas epigenéticas, la HDAC5 y la SIRT2, asociadas a la depresión y a la acción beneficiosa de los antidepresivos.

Según ha podido confirmar la nueva doctora, el estrés crónico provoca el aumento de la proteína HDAC5 en las células de la corteza prefrontal del cerebro en ratones a los que se ha inducido la enfermedad. “En los modelos animales esta proteína favorece la condensación del ADN de las células y limita la síntesis de algunos genes, lo que contribuye al estado depresivo. Además, hemos encontrado que los antidepresivos, al elevar los niveles de serotonina y la noradrenalina, contrarrestan este efecto”, explica la científica.

Asimismo, su trabajo ha demostrado que existe un aumento de las proteínas SIRT2 en la corteza prefrontal de pacientes deprimidos post mortem y en un modelo de depresión en ratones. “Estos trabajos nos permitieron ver que el tratamiento crónico con antidepresivos reduce marcadamente esta proteína en el modelo animal, aunque son necesarios estudios más completos en pacientes”, culmina.

CASI 60.000 MUERTES AL AÑO EN LA UNIÓN EUROPEA

Tal y como señala la científica navarra, esta enfermedad “es el trastorno afectivo más común y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), constituye también una de las principales causas de discapacidad debido a su impacto funcional, su tendencia la cronicidad y recurrencia, que impiden a quienes la sufren afrontar la vida diaria, ya que deteriora el área social y laboral de los enfermos”.

“Como consecuencia”, añade, “tiene un gran impacto económico, tanto en el sistema sanitario como en la propia sociedad. Hoy se sabe que esta dolencia es uno de los principales factores de riesgo de suicidio, que representa la causa de muerte de casi 60.000 personas al año en la Unión Europea, muy por encima de las muertes por accidentes de tráfico”.


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