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SOCIEDAD

La localidad de la comarca de Pamplona donde sus vecinos aprenden wolof

El consistorio organiza un taller en el que 14 vecinos aprenderán conceptos básicos sobre la lengua más hablada en Senegal

Vecinos de Burlada estudiarán el idioma más hablado en Senegal. IRANZU LARRASOAÑA
Vecinos de Burlada estudiarán el idioma más hablado en Senegal. IRANZU LARRASOAÑA

"Jang kalaamay wolof". Abou Diouf escribe la frase "yo estudio wolof" en la pizarra del Centro Juvenil de Burlada. Allí da clases de wolof, el idioma más hablado en su país de origen, Senegal. Hasta el próximo 20 de abril, 14 vecinos de este pueblo de la cuenca de Pamplona se acercarán a la lengua y a la cultura senegalesa en un taller organizado por el Ayuntamiento de Burlada

En Senegal, el francés es la lengua oficial. Sin embargo, no todo el mundo lo habla. Por contra, un 99 % de la población sabe wolof. "Si hablas wolof, ten por seguro que te va a responder todo el mundo", promete el profesor del taller. Por eso, confía en que sus alumnos terminen las clases teniendo los conocimientos necesarios para mantener sus primeras conversaciones. 

"Muchas de las personas que vienen, tienen interés porque van a viajar próximamente al país", explica. Es el caso de Beatriz Parado, quien ya ha visitado en dos ocasiones Senegal y espera volver dentro de poco. "Me quedé enamorada del país", asegura. De ahí surgió el interés por aprender la lengua en la que se comunican sus habitantes: "Aquí aprendemos lo más básico del wolof, pero al menos podré entender un poquito cuando vuelva". De hecho, esta lengua no es precisamente fácil de aprender. En primer lugar porque, como confirma Diouf, "la pronunciación es complicada". Pero, además, tiene una peculiaridad: "no se enseña en las escuelas".

Tanto es así que en la mayoría de los casos aparece escrita tal y como suena en francés. No obstante, tiene una gramática propia y ese es uno de los objetivos del taller, conocerla. De ahí que el profesor se muestre convencido que también es una buena opción para sus compatriotas. "En esta ocasión, todos los estudiantes son de aquí, pero también podría venirle bien a gente de Senegal", comenta. Y pone de ejemplo el caso de sus propios sobrinos: "Ellos nos saben escribir el wolof". 

Abou Diouf escribe la frase "Yo estuido wolof" en la pizarra. IRANZU LARRASOAÑA
Abou Diouf escribe la frase "Yo estudio wolof" en la pizarra. IRANZU LARRASOAÑA

Para este profesor todo idioma es difícil. "Pero, al mismo tiempo, es fácil si te interesa", matiza. Tras más de dos décadas en España, asevera que nunca estudió castellano. Y eso a pesar que lo domina a la perfección. "Tuve interés. Hablo con la gente y me da igual meter la pata", desvela su secreto. Salva así uno de los errores que, a su juicio, comete la gente al aprender un idioma. "Muchas veces, lo que nos dificulta el aprendizaje es tener vergüenza".

Xabier Jaso es uno de los pocos estudiantes que no tiene previsto viajar a Senegal en un futuro próximo. "No tenía relación ni con el idioma ni con el país", confirma. Pero le motiva el interés por las expresiones culturales de ese país. Describe la primera clase como "interesante y sorprendente" y confía en que, más allá de las siete lecciones del taller, pueda profundizar más, tanto en la lengua como en la cultura. 

A pesar de que le gustaría visitar algún día el país africano y poner en práctica lo aprendido en este curso, confía en poder hablar wolof en las calles de Burlada. "Aquí hay una comunidad senegalesa muy importante y me parece interesante poder comunicarme con esas personas", sostiene. 

DIVERSIDAD CULTURAL 

En Burlada el 64,17 % de la población es autóctona, el 19,54 % es extranjera y el 6,9 % pertenece otras comunidades autónomas. El Ayuntamiento de Burlada atiende desde hace años a la población migrante desde los servicios sociales. Además, la pasada legislatura hubo un cambio de paradigma porque se decidió crear un servicio para gestionar la diversidad cultural. "Este servicio va dirigido a todo el mundo, no solo a las personas migrantes", pone en valor Santi Gil, técnico del Servicio de Diversidad Cultural y Migración.

Dicha área busca reconocer la diversidad cultural como una riqueza, luchar contra el racismo y la xenofobia, así como fomentar la convivencia intercultural entre las personas. Para lograr esos objetivos, aplica 12 medidas diferentes, entre las que se encuentra la apuesta por el aprendizaje de idiomas. "En primer lugar, tratamos de asegurar el aprendizaje del castellano a las personas que vienen de fuera", explica Gil. Pero, además, se les ofrece un acercamiento al euskera como una forma de integración. 

Precisamente, de ahí nació el formato de talleres 'Conoce el...'. "Empezamos con el euskera, pero después quisimos poner en valor otras lenguas que tienen presencia en Burlada", rememora el técnico de Diversidad Cultural y Migración. En la localidad conviven 91 nacionalidades diferentes, por lo que no es complicado escuchar en sus calles conversaciones en otros idiomas. 

"La lengua es una de las características principales de cada cultura", subraya Gil. De ahí que su equipo se esfuerce en acercarlas al resto de la población. "Ya hemos hecho también talleres de árabe", especifica. Y se muestra orgulloso porque la acogida está siendo "muy buena". 

El Servicio de Diversidad Cultural y Migración también organiza otras actividades como un taller de teatro intercultural o un coro de música intercultural. "El coro es de reciente creación y el taller de teatro es el tercer año que se realiza. Ahora mismo hay 20 personas inscritas", concreta. 


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La localidad de la comarca de Pamplona donde sus vecinos aprenden wolof