La asociación Besarkada-Abrazo resalta que, aunque la media de suicidios es de 50 muertes al año en la Comunidad foral, hay que tener en cuenta también las tentativas.
La asociación Besarkada-Abrazo ha comparecido esta semana ante el Parlamento de Navarra para exponer su situación y la del suicidio en Navarra. La media de suicidios en Navarra es aproximadamente de 50 muertes/año. Sin embargo, la realidad del suicidio debe contemplar también las tentativas realizadas, y de eso no hay ningún tipo de registro que se pueda contabilizar, analizar ni investigar, han comentado desde la organización. Aplicando los ratios manejados por la Organización Mundial de la Salud, podrían ser unos 1.200 intentos de suicidio en Navarra.
La Comunidad foral fue pionera en este campo en el 2014, cuando elaboró un Protocolo de Prevención y Atención a las conductas de suicidio, pero, en el transcurso de estos cinco años, se ha desarrollado insuficientemente, si bien recientemente ha comenzado a trabajar en la elaboración de un Plan de Prevención del suicidio a nivel de Salud Mental.
Como remarca la asociación, según todos los expertos y la directriz dada por la Organización Mundial de la Salud, la prevención requiere un abordaje integral, que abarque todos los aspectos que conforman la realidad social y personal del individuo.
A pesar de no disponer de ninguna ayuda económica ni profesional para el desarrollo de sus actividades, Besarkada-Abrazo, en su comparecencia, ha renunciado expresamente a realizar cualquier petición que pueda atender sus necesidades, con el fin de priorizar la que ellos consideran más importante: “Que esto que hemos vivido o estamos viviendo le ocurra al menor número posible de personas, porque, cada vez que nos enteramos de un suicidio, se nos encoge el alma y nos dolemos con esas personas desconocidas que, en su mayoría, van a vivir un proceso de duelo duro y complicado”.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Han acompañado su postura con el planteamiento de ocho medidas muy concretas de prevención, solicitando a todos los partidos políticos a que se comprometan y las asuman. Las medidas solicitadas son las siguientes:
1.- Transformar el protocolo en un Plan Integral de Prevención del Suicidio. Este debe incluir la creación de un observatorio del suicidio que recoja, analice e investigue toda la información, tanto en la detección de situaciones y grupos de riesgo, como en muertes consumadas. Además, debe planificar diferentes estrategias de intervención y permitir una evaluación continuada de la ejecución y los resultados de las actuaciones. Además, ha de designarse un asesor externo que guíe y coordine el desarrollo del nuevo Plan de Prevención de Suicidio de Navarra.
2.- Creación de una secretaría técnica que desarrolle todas las acciones que precise para distribuir competencias, marcar objetivos específicos, con seguimiento y evaluación.
3.- Dotación de mayores recursos a la comisión de prevención y atención a las conductas suicidas. Es preciso liberar a los miembros de la comisión para que puedan formarse y desarrollar las competencias y actuaciones necesarias para avanzar en la atención al suicidio. En la actualidad, están sobrecargados con otras tareas, no hay objetivos ni plazos, no hay asesoría técnica y la rotación de los miembros que la componen obstaculiza el desarrollo de su trabajo.
4.- Instar al Gobierno central para un plan nacional e integral de prevención del suicidio.
5.- Creación de un código que registre las tentativas de suicidio (sistemas informáticos) tanto en urgencias hospitalarias como en los diferentes servicios de atención al paciente. Actualmente, el sistema no lo permite. El conocimiento de las tentativas de suicidio y sus características son la base sobre la que dimensionar la realidad del suicidio en Navarra. Habría que diseñar una política de prevención y seguimiento acorde a la realidad navarra.
6.- Creación de un teléfono de información sobre el suicidio, de seis cifras y accesible a toda la ciudadanía y a profesionales que busquen información, orientación y atención a situaciones relacionadas con el suicidio. No es un teléfono de atención en crisis. Será atendido por profesionales especializados en conductas suicidas, que deben disponer de competencia para la gestión de citas y comunicación con otros profesionales. Entre sus funciones están la recogida sistemática de demandas, la información, canalización, coordinación y seguimiento de las mismas con los diferentes recursos. Sería suficiente con la conversión del teléfono ya disponible del Gobierno de Navarra que realiza el seguimiento telefónico a personas que han tenido tentativas de suicidio. Se precisaría la ampliación del horario en el turno de tarde (de 15 a 22 horas) de lunes a viernes.
7.- Instar al Gobierno central a la creación de un teléfono de tres cifras de atención al suicidio, atendido por profesionales.
8.- Creación de una página web de prevención del suicidio del Gobierno de Navarra, con toda la información actualizada y una biblioteca de documentación. Debería contar con un apartado en el que la ciudadanía pueda comunicar sus necesidades. También tendría una parte de documentación actualizada de acceso restringido para la comisión y los grupos de trabajo.
Besarkada-Abrazo ha conseguido que todos los partidos políticos apoyen y se comprometan con estas demandas. “Nos han dado esperanza. Seguiremos muy de cerca el desarrollo de su compromiso, porque no queremos que se quede en buenas intenciones, sino que queremos que se traduzca en hechos. Agradecemos muchísimo su sensibilidad, pero ya es momento de pasar a la acción. Cada semana se suicida una persona en Navarra, y aún no sabemos cuántas lo han intentado, pero sí que son bastantes más. Mientras, las actitudes tibias en la prevención solo causan dolor”, han resaltado.
