Se trata de una operación conjunta de la Policía Foral, la Guardia Civil y las diferentes policías locales desde el 12 de diciembre al 18.
La Policía Foral, las policías locales de Navarra y la Guardia Civil realizarán la próxima semana, entre los días 12 y 18 de diciembre, una campaña especial de tráfico, centrada en los controles para la detección del consumo de alcohol y drogas por parte de los conductores.
Estos cuerpos policiales se suman así a la campaña promovida por la Dirección General de Tráfico e incluida en el Plan de Acción 2016 de la Estrategia Navarra de Seguridad Vial. Cabe destacar además que esta iniciativa se va a realizar de forma simultánea en más de 25 países europeos a través de la Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL).
El objetivo de la campaña, según afirma la DGT, es concienciar a los conductores de que aunque se crean en pleno uso de sus facultades físicas y mentales, con la ingesta de alcohol se multiplica el riesgo de sufrir un accidente, y además repercute en una mayor mortalidad al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas.
Además, recuerda que aún con tasas de alcoholemia dentro de los márgenes legales permitidos el nivel de riesgo de accidente de tráfico puede verse incrementado, por lo que insiste en que la única tasa segura es 0,0%.
En el año 2015, según consta en la Memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, se realizaron análisis toxicológicos a 638 personas conductoras fallecidas en accidente de circulación, de las que el 43,10% de las víctimas (275) presentaron resultados positivos en sangre a drogas y/o psicofármacos y/o alcohol.
Por otra parte, desde la entrada en vigor de la Ley del Permiso por Puntos, alrededor del 12% de los infractores sancionados y del 14% de los puntos detraídos han tenido su causa en el hecho de conducir con una tasa de alcohol superior a la establecida, y dos de cada tres delitos cometidos contra la seguridad vial están relacionados con el alcohol.
No obstante, el cambio de comportamiento de los ciudadanos ha hecho que el porcentaje de positivos en controles preventivos de alcohol y drogas ha descendido de una forma notable en el último decenio, pasando del 5,1% al 1,6%.
