• viernes, 19 de abril de 2024
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SALUD

Síndrome postvacacional: qué es y cómo actuar ante la vuelta a la rutina

La Clínica Universidad de Navarra ha publicado un artículo sobre el síndrome postvacacional, que es el proceso de adaptación a la rutina tras las vacaciones.

Imagen de una persona estresada en su puesto de trabajo. ARCHIVO
Imagen de una persona estresada en su puesto de trabajo. ARCHIVO

El síndrome postvacacional es un problema cada vez más relevante en la sociedad, si bien todavía no está catalogado como enfermedad. Hace no mucho tiempo, no se hablaba de este trastorno por desconocimiento de su existencia, pero no quiere decir que no hubiera personas padeciéndolo.

Existe un proceso de adaptación al entrar de nuevo en contacto con la vida activa y cuando este proceso de adaptación falla, se dan una serie de molestias que afectan a nuestro bienestar, ya sea físico o emocional.

SÍNTOMAS DEL SÍNDROME POSTVACACIONAL

El síndrome postvacacional puede manifestarse de diferentes formas, pero lo habitual es tener un sentimiento de debilidad generalizada y fatiga. Además, suele haber problemas de insomnio que se juntan con somnolencia durante el día, falta de concentración y poca tolerancia al trabajo.

La poca tolerancia al trabajo va acompañada de falta de interés y ganas y aburrimiento, aunque también puede aparecer una sensación de angustia y de bloqueo, que impide a la persona tomar decisiones cotidianas. 

También son frecuentes los cambios de carácter con tendencia agresiva y los síntomas compatibles con un cuadro depresivo, por lo que el síndrome postvacacional puede afectar a distintos aspectos de la vida cotidiana.

La concentración también se ve afectada por este síndrome y puede resultar muy complicado organizar la agenda o poner en marcha todas las gestiones pendientes. Con esto se inicia una especie de "círculo vicioso", porque se va retrasando el trabajo pendiente y, por tanto, se acumula. 

Este estrés puede interferir en las relaciones sociales, ya que el estrés y los cambios de humor pueden irritar a nuestro círculo más cercano. La persona afectada suele ser consciente de que algo no funciona bien, pero no se identifica el problema y se intenta superar aparentemente sin éxito.

La sensación de agotamiento que invade a la persona, juntada con el sentimiento de que todo alrededor se desmorona y con la falta de comprensión de nuestro alrededor provoca una inseguridad en la persona que lo sufre. Además, este síndrome se puede dar de formas muy variadas que hacen que sea muy complicada su detección. A su vez, la falta de diagnóstico produce la incomprensión por parte de la sociedad y, a su vez, el agravamiento del síndrome. 

Hay situaciones que aumentan las probabilidades de que suframos este tipo de síndrome, como unas vacaciones largas o en las que no se ha descansado adecuadamente, poca adaptación al trabajo antes de las vacaciones o la falta de motivación laboral.

EL RELOJ INTERNO

Las personas organizan su vida y su rutina alrededor de una serie de condiciones que hacen más confortable la vida diaria, y esta rutina suele ser acorde con el biorritmo o reloj interno de cada persona. Además, son necesarias una serie de motivaciones para superar las posibles dificultades que vayan apareciendo en el día a día. 

Un fallo en el reloj interno y una falta de motivaciones diarias hace que este síndrome aparezca con más facilidad. Durante las vacaciones este reloj cambia, y el ritmo de trabajo al que estamos acostumbrados desaparece para dar paso a días de descanso.

Los horarios cambian, y tanto la hora de levantarse como la de acostarse se retrasan significativamente. La rutina desaparece casi por completo y el desorden horario propio de un periodo vacacional afectan significativamente al biorritmo, por lo que la vuelta a la rutina puede suponer un cambio muy brusco para el organismo. 

LA PREVENCIÓN, EL MEJOR REMEDIO

El remedio para el síndrome postvacacional está en prevenir al máximo su aparición. Esto significa que, por mucho que las vacaciones supongan un descanso en la vida de una persona, es recomendable mantener los horarios en la medida de lo posible para que el reloj interno siga con su biorritmo.

A medida que se acerque el final de las vacaciones, es recomendable ir adaptándose a la rutina habitual de forma progresiva para que el cambio no sea excesivamente brusco. Además, desde la Clínica Universidad de Navarra recomiendan mantener algunas aficiones y dividir el periodo vacacional en varias partes, para evitar saturarnos de las vacaciones y para tener la sensación a la vuelta de que aún quedan vacaciones. 

A la vuelta, es recomendable ordenar el puesto de trabajo, ver qué trabajo hay pendiente y cuál tiene prioridad sobre el resto y por último, hacer un plan realista de trabajo.

CONSEJOS PARA ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DE LAS VACACIONES

En la Clínica Universidad de Navarra ofrecen una serie de consejos para evitar la aparición del síndrome postvacacional en nuestras vidas.

  • Planificar un lugar de vacaciones apto para todos los miembros de la familia.
  • Las vacaciones deben ser un periodo para descansar lo máximo posible.
  • Practicar ejercicio físico antes, durante y después del periodo vacacional, además de llevar una dieta saludable.
  • Mantener los mismos horarios o intentar que no sufran cambios demasiado bruscos.
  • Volver progresivamente a la rutina al finalizar las vacaciones.
  • Intentar mantener las aficiones que se han adquirido en verano.
  • Al incorporarse de nuevo a la rutina, mantener un orden de prioridades.


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Síndrome postvacacional: qué es y cómo actuar ante la vuelta a la rutina