LAB Osasunbidea solicita la convocatoria "inmediata" de la Mesa Sectorial de Salud para consensuar medidas de personal ante la "actual crisis de liderazgo" en el ámbito sanitario.
En este sentido, indica en un comunicado que durante crisis de la COVID-19 han monitorizado tanto la contratación de profesionales como las productividades que se pagaba al personal fijo o eventual para hacer frente a las necesidades de cuidados derivados de esta pandemia y han observado "enormes y sangrantes diferencias".
Añade al respecto que han constatado "las enormes necesidades que han sufrido sobre todo en plantas COVID -debido a la escasez de personal han tenido que autogestionarse-, mientras en otros servicios se enviaba a profesionales sin carga laboral a su casa o se daban permisos de forma totalmente arbitraria".
También señala que han asistido a "agravios entre el personal fijo y eventual, tales como el de obligar al personal contratado a que realice horas fuera de contrato y sin cobrar", actuaciones que, apunta, han conseguido paralizar en algunos casos a través de sus denuncias.
Esto, según indica, les ha servido para comprobar que "estamos ante una verdadera crisis organizativa en cuanto a la contratación; no tanto en lo referente a la cantidad y al presupuesto utilizado, sino en lo que atañe a la distribución y el control de esta".
Remarca en esa línea que no es puede "abrir el grifo de la contratación sin establecer una estrategia de racionalización" y como ejemplo cita "las más de 500 contrataciones que ha habido en Hospitalización, frente a las apenas 30 que se han registrado en Atención Primaria".
Esto, a su juicio, evidencia "el nulo interés de la consejera por reforzar la que ha demostrado ser la punta de lanza de la atención sanitaria y la barrera de contención contra la COVID".
Todo ello ha conllevado un "notable empeoramiento" de las condiciones laborales de la plantilla, según LAB, que habla también de falta de comunicación con la ciudadanía y de quejas del personal, sobre todo administrativo, ya que ha sido "a quien han dejado dando la cara ante los múltiples problemas de desasistencia que ha generado el planificado recorte asistencial".
Como otro ejemplo del "despilfarro" menciona los rastreadores COVID, ya que "en lugar de optar por la contratación y dejar un servicio estable y organizado, se ha decidido repartir productividades a personal que trabaja por encima de su jornada", indica el sindicato que considera el número "insuficiente".
