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SOCIEDAD

Sebastián, 26 años vendiendo los mejores asados en el barrio de Iturrama en Pamplona

Asados Labea abrió sus puertas el 16 de junio de 1995 con una nueva manera de vender el asado en Pamplona.

Sebastián Gogorza, dueño del Asador Labea situado en la calle Esquiroz de Pamplona. MEGAN WALLS
Sebastián Gogorza, uno de los socios de 'Asados Labea' situado en la calle Esquiroz de Pamplona. MEGAN WALLS

'Asados Labea' cumple este mes de junio 26 años en la calle Esquiroz número 7 de Pamplona manteniendo su lema: "No tendrá que pasarse todo el día en la cocina limpiando para quedar bien con sus amistades o con su familia. Le ofrecemos un servicio cómodo, rápido y económico".

Su especialidad, tan valorada por los pamploneses, es la venta de pollos, gorrines, cabritos, corderos y conejos asados con patatas panaderas, además de ensaladas ya preparadas. Se trata de comida para llevar. Un negocio que sale adelante pese al Covid-19.

Sebastián Gogorza es uno de los dueños. Tiene 53 años y empezó con 27 años a trabajar: "El día 16 de junio cumplimos 26 años. Yo soy mayorista de porcino y veía que los hábitos de las familias iban cambiando. Asar en casa, limpiar el horno... les echaba para atrás. Las mujeres de hoy en día ya trabajan fuera de casa y a las familias asar les cuesta por el trabajo que da. "Hay que limpiar y nosotros se lo damos más cómodo", reflexiona. 

Gogorza resalta que pudo comprobar en su momento como en otras provincias vi que estaba funcionando negocios de estas características. "Y decidimos comenzar". 

El famoso pollo asado de Asados Labea en la calle Esquiroz de Pamplona. MEGAN WALLS
El famoso pollo asado de Asados Labea en la calle Esquiroz de Pamplona. MEGAN WALLS

En cuanto al negocio, lo resumen de forma sencilla: "Somos tres socios. Empezó mi mujer, que falleció hace dos años, que era socia de Conchita Osácar de la Ulzama. Ahora somos socios Conchita, su nuera Maite y yo. Tenemos una encargada, una chica muy maja. Además de los empleados y chicas de fin de semana que llevan muchos años. Es un equipo muy majo. Estamos hasta ocho personas trabajando los fines de semana incluidos". resalta sobre la importancia de esos días en la marcha del negocio. 

"Los inicios del Covid fueron muy duros. No había información en marzo de 2020 y estuvimos cerrados mes y medio. Podíamos estar abiertos, pero por nuestra propia seguridad cerramos. Luego abrimos. Nos costó darle un poco la vuelta porque la gente no salía de casa, tenía miedo. Al final hemos salido bien del Covid", explica sobre los convulsos meses vividos en el último año y medio. 

Sin embargo, para Gogorza la respuesta de los ciudadanos ha sido muy buena: "Prácticamente a los dos o tres meses recuperamos el nivel de antes del Covid. Con el público muy bien. Tenemos mucho espacio dentro para atender y cumplimos toda la normativa. No hemos tenido ningún problema ni con los empleados ni con la clientela. Ha funcionado todo de maravilla", asegura ilusionado por la rápida recuperación de los niveles habituales. 

En el interior se respetan las distancias de seguridad, igual que en la zona de cocina. "Todos los años cerramos unos días y le damos un buen lavado de cara de pintura al local y de cosas que hay que cambiar al establecimiento", explica sobre el mantenimiento que hace que Asados Labea se muestre como si estuviera recién inaugurado. 

Exterior de Asados Labea en la calle Esquiroz de Pamplona. MEGAN WALLS
Exterior de Asados Labea en la calle Esquiroz de Pamplona. MEGAN WALLS

Gozorza lo tiene claro sobre cuál es el asado más demandado. "El producto estrella es el pollo asado, de la forma que lo hacemos nosotros, porque es más asequible y para la gente, de cara al fin de semana, es muy cómodo. El cabrito, el gorrín y el cordero asado salen también muy bien y los clientes los notamos están super contentos".

Al asado lo acompañan con patatas panadera: "Es una patata fresca que la pelamos aquí, con cebolla pochada y perejil y ajo que sale riquísima horno. También vendemos ensaladas rusas, de chaca, mixtas, fritos caseros de croqueta, jamón, pimientos. Son cuatro cosas, pero cuatro cosas muy buenas".

Sebastián Gogorza hace números: "En una semana pueden salir 400 a 500 pollos, depende según sea invierno o verano. Un pollo bien hecho y recién hecho tiene mucha aceptación", asegura tras mantener que en sus 26 años de trabajo han conseguido una clientela fija y hasta amistades. "Casi todo lo que preparamos, en su mayoría, es todo para familias y grupos de amigos de fin de semana".

Sobre Iturrama, la zona donde han trabajado todo este tiempo, lo tiene claro: "El barrio se va rejuveneciendo con gente joven y también hay gente mayor que se adapta y viene. Estamos bien ubicados y lo más importante es que vienen de fuera de Pamplona, de Noáin o de Burlada o de otros barrios del centro. Lo cogen y se van al campo a comer".

Sebastian Gogorza, uno de los dueños de Asados Labea, en la calle Esquiroz, junto a dos empleadas. MEGAN WALLS
Sebastian Gogorza, uno de los socios de Asados Labea, en la calle Esquiroz, junto a dos empleadas. MMEGAN WALLS

No hay un solo día de descanso en doce meses: "Abrimos todos los días del año, los 365. No descansamos ni uno. Ni Navidad ni año nuevo", explica sobre un trabajo que es también muy sacrificado por atender en todo momento a los clientes. El horario es de 10 a 15 horas entre semana. Los viernes y sábados o víspera de festivo de 10 a 15 y por la tarde de 18 a 22 horas, además de los domingos". En ese periodo atienden en el 948 17 10 00, donde se recogen las reservas. 

"Estamos muy contentos por la aceptación de los clientes, sobre todo cuando vemos que repiten", asegura Sebastián Gogorza, gran seguidor de Osasuna: "el día del ascenso a Primera llenamos el local de banderas y bufandas".


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