El Departamento de Salud ha aprovechado su comparecencia semanal en la que valora la tendencia del coronavirus en la Comunidad foral para 'abroncar' a los ciudadanos por su falta de responsabilidad.
Sin embargo, el área que dirige la consejera Santos Induráin tampoco ha hecho los 'deberes' después de varias semanas con el virus en alza en Navarra y ha mantenido el número de rastreadores por debajo de lo que estipulan las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y la propia OMS.
En concreto, Navarra cuenta con una plantilla de 38 rastreadores fijos para una población que roza los 650.000 habitantes.
No obstante, el Departamento de Salud se ha excusado asegurado que, además de estos trabajadores, hay un equipo de 100 personas disponibles a los que se recurre en momentos puntuales y en los días con un mayor número de casos. Pero, a la vista de los datos de los últimos días, no parece ser suficiente.
"A finales de la siguiente semana se incrementarán los rastreadores fijos hasta los 52 profesionales", ha anunciado la consejera. Además de profesionales sanitarios, también se contratará a trabajadores sociales después de que el departamento de Santos Induráin haya detectado la necesidad de introducir este tipo de perfil en esa especie de call center que rastrean los contagios en Navarra.
Santos Induráin ha resumido el trabajo en aumentar el rastreo y detección precoz, reducir contactos sociales, "blindar" el espacio sociosanitario, y "reforzar" el sistema sanitario "para lo que pueda venir" en otoño y "no "volver a escenarios que ya nos son conocidos".
Por ello, ha resaltado que las claves son "evitar que se den estos contagios" con medidas personales y colectivas de prevención, detectar estos casos "cuanto antes para evitar que se propaguen a sus casos estrechos", y hacer efectivos los planes de contingencia en Atención Primaria y hospitalaria para "atender esta situación según las necesidades que vayamos teniendo".
La consejera de Salud ha manifestado que el verano está siendo "difícil y complejo" con cifras que "nadie esperaba en estas fechas". Las fechas estivales, ha indicado, estaban pensadas para que los profesiones sanitarios "respiraran y cargaran energías de cara a un otoño que se prevé complejo, y para que la ciudadanía recuperara la normalidad", pero "ni una cosa ni otra están pudiendo ser realidad".
Santos Induráin ha asegurado que el sistema sanitario "va a cumplir con su papel pero necesitamos un trabajo colectivo y la implicación de toda la sociedad". Así, ha admitido que hay "cierta tensión" en el sistema sanitario que, sin embargo, está en disposición de "asumir el incremento de hospitalizaciones y de casos más graves que están llegando", y "toda la contingencia de cara a un otoño que se antoja complejo".
Lo mismo ha dicho el director de Salud, Carlos Artundo, quien ha asegurado que "falta la implicación de la comunidad" para frenar el virus. "Hay que tomar más medidas porque la situación es peor. No nos vamos a hacer trampas al solitario y vamos a seguir haciendo las máximas PCR", ha añadido.
"A VECES NOS CUESTA CUMPLIR LAS MEDIDAS"
Por su parte, la directora gerente del Instituto de Salud Pública de Navarra, Marian Nuin, ha pedido que se disminuya el número de personas en reuniones familiares y se cuide “el espacio privado en reuniones familiares y celebraciones”.
Por ello, ha incidido en la importancia de las medidas preventivas que "a veces nos cuesta cumplirlas" y ha llamado a aislarse en caso de tener síntomas compatibles, a mantener la distancia social y a usar mascarilla.
Así, las claves que ha planteado son evitar la transmisión en espacios abiertos, "menos personas, más ventilación, menos tiempo de estar juntos, menos movimiento y hablar más que gritar"; elementos para "practicar unas relaciones más segura y con menor riesgo".
"Hay que cuidar el entorno familiar y de eventos sociales y disminuir el número de personas que se juntan", ha instado Nuin, quien ha resaltado que los brotes se están dando sobre todo a nivel familiar y social.
En este sentido, ha hecho especial hincapié en la recomendación de aislamiento en caso de ser sospechoso o un contacto estrecho de un posible caso de Covid-19, que Salud fija ahora en los 10 días pero que "finaliza siempre con una PCR negativa".
