Odiados por muchos, seducen a otros. Los lugares abandonados tienen un halo de misterio que atrapa a los que visitan este tipo de espacios.
Las fábricas, barcos, castillos e incluso pueblos en ‘desuso’ se suceden por gran parte de la geografía española.
Ahora, un portal de turismo rural (Escapada Rural) ha clasificado estos lugares y ha establecido una lista con los 18 puntos abandonados más espectaculares del país, entre los que figuran tres referentes de la Comunidad foral de Navarra.
Un viejo aserradero, una antigua fábrica de armas y un vasto fuerte militar se cuelan en ese listado de lugares que quitan el aliento, bien sea por su historia o por su belleza caduca.
En la cuarta posición de esa lista, el viejo aserradero de Ekai, en Lónguida (Aoiz), emerge como el destino turístico abandonado por excelencia dentro de los límites forales.
La empresa El Irati S.A. fue su fundadora para obtener la madera que después cargarían en el conocido tren.
El aserradero cerró sus puertas en 1990 y desde entonces la maleza ha ido ganando terreno a este lugar en el que ya trabaja el Gobierno de Navarra para acondicionarlo y atraer más turismo a esta zona foral.
El siguiente representante navarra en esta lista ‘abandonado’ es la antigua fábrica de armas de Orbaizeta.
Situada en el valle de Aezcoa, casi en Francia, las ruinas de este enclave, que data del siglo XVIII, han sido también ‘fagocitadas’ por la naturaleza y el musgo. Sin embargo, el espacio ha sido catalogado como Bien de Interés Cultural.
Su construcción se produjo tras agotarse las reservas forestales en otro punto navarro, también en desuso, como la fábrica de armas de Eugui. Desde ese momento se construyó este negocio maderero dispuesto, según se puede apreciar en los planos, de tres niveles compuestos por una fábrica, el poblado donde residían sus trabajadores y la iglesia.
Según los documentos de la época, desde este enclave salían cada año más de 3.000 bombas para el ejército.
El último punto navarro de la lista es para otro de esos lugares conocidos por todos los que viven en la Comunidad foral, especialmente en su capital, desde la que se ve a lo alto del monte San Cristóbal.
El Fuerte de Alfonso XII, propiedad del ejército, y en desuso, fue el escenario de la fuga de presos republicanos más grande de España. Casi 800 reclusos consiguieron salir de esta antigua fortaleza, aunque más de 200 perecieron o fueron asesinados en el intento.
El fuerte se levantó en el siglo XIX y cuenta con unos 615.000 metros de historia. Dejó de ser una cárcel en 1945 y desde entonces sus laberínticos pasadizos ‘atrapan’ a muchos fanáticos de estos lugares abandonados.
LA LISTA, AL COMPLETO
