• miércoles, 24 de abril de 2024
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SOCIEDAD

Navarra flexibiliza las restricciones Covid en sus residencias de mayores

Derechos Sociales lanza una campaña publicitaria de apoyo a las residencias, como espacios seguros y de cuidados profesionales

La residencia de ancianos de Amavir Betelu vacuna a sus residentes con la segunda dosis del coronavirus para conseguir la inmunidad al virus. MIGUEL OSÉS
La residencia de ancianos de Amavir Betelu vacuna a sus residentes con la segunda dosis de la vacuna para conseguir la inmunidad al virus. MIGUEL OSÉS

Las residencias de mayores de Navarra comienzan a recuperar su régimen ordinario de visitas y actividades cotidianas, tras aprobar el Gobierno de Navarra la flexibilización de las medidas preventivas contra el Covid-19 en estos espacios, en consonancia con las determinadas para la población general.

En concreto, se cambia la organización de las visitas con lo que se podrán realizar más a menudo; se permite el acceso de visitas de personas, que deberán haber recibido las dosis precisas de la vacuna, para recoger a su familiar o allegado; se elimina el criterio de salidas de alto y bajo riesgo; se autorizan actividades entre residentes de distintas unidades del centro; y podrán acceder personas voluntarias que hayan recibido la pauta completa de vacunación. Además, se normalizan los ingresos para estancias temporales y Derechos Sociales trabaja en la apertura de los centros de día.

La consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, ha sido la encargada de presentar estas nuevas medidas organizativas en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por Eduardo Mateo, presidente de Lares-Navarra; y Rafael Sánchez Ostiz, presidente de ANEA, las dos asociaciones que agrupan a los centros de mayores en la Comunidad foral. Además, ha presentado una campaña de publicidad institucional de apoyo a los centros residenciales como espacios seguros y de cuidados afectuosos.

En cuanto a las medidas de flexibilización en los centros, Derechos Sociales enviará este lunes las nuevas recomendaciones a los centros que, progresivamente, irán adaptando las nuevas medidas para cambiar la organización de las visitas.

Se mantienen los espacios específicos en el interior, pero se permitirá la entrada al centro para recoger al familiar y desplazarlo hasta el exterior, siempre que esté vacunado. Se evita así que sea el personal del centro quien acompañen al residente hasta la salida, lo que limitaba el número de salidas. Se espera también que de esta forma se alivie la presión del personal sin incrementar el riesgo de transmisión.

También se elimina el criterio de salida de alto y bajo riesgo, ya que supone someter a la población residente a unas restricciones mucho más exigentes que las del resto de la población, cuando su nivel de protección es superior. Esto no impide que se siga insistiendo en las medidas de prevención generales.

Por su parte, al retorno al centro, las salidas no implicarán la realización de pruebas diagnósticas ni medidas de aislamiento, salvo para aquellas salidas superiores a 72 horas. En este caso, se realizará una prueba PCR al regreso, manteniendo el aislamiento preventivo hasta el resultado de la misma.

Asimismo, se normalizan los ingresos temporales en las residencias, dado que la mayor parte de las personas solicitantes ya están vacunadas. En caso contrario, se asegurará que se puedan vacunar antes del ingreso. Aunque ya se están registrando ingresos temporales, se espera una mayor demanda en adelante.

En lo que respecta a la organización interna de los centros, se mantendrán las unidades de convivencia, pero permitiendo que se puedan realizar actividades comunes entre residentes de diferentes unidades. De igual forma, manteniendo la estabilidad de los profesionales en sus unidades de convivencia, se permitirá que puedan dar apoyo a otras. También se permitirá el acceso de personas voluntarias, siempre y cuando hayan completado la pauta de vacunación.

Por lo que se refiere las estancias diurnas, Derechos Sociales ya trabaja en su apertura con las oportunas medidas de prevención e incrementando su aforo de manera progresiva, hasta su capacidad total, siempre que se pueda mantener la distancia de seguridad, dado que tanto profesionales como personas usuarias están vacunadas.

Según ha indicado la consejera Maeztu, tanto el alto porcentaje de vacunación en las residencias, que roza el 100%, como su efectividad, con cero casos a día de hoy, hacen posible poner en marcha estas medidas de flexibilización. Además, a esto se une la situación epidemiológica actual de la Comunidad foral.

"La situación es infinitamente mejor. Las personas usuarias todavía tienen limitada la capacidad para ver a sus familiares, pero desde luego el clima en los centros residenciales es de tranquilidad, de confianza. Y hoy damos un paso más normalizando todavía más la cuestión de las visitas, algo que preocupa a las familias y a las personas usuarias", ha remarcado.

Según ha señalado la consejera, desde marzo ha habido "algún caso puntual" de Covid en las residencias, pero desde finales de febrero "se ha notado un cambio sustancial" por la vacunación. Ha comentado que hace unas semanas hubo un ingreso en un centro de discapacidad de una persona que había recibido una vacuna y que posteriormente falleció, pero ha remarcado que no ha habido casos con personas con las dos dosis que hayan fallecido.

Por su parte, el presidente de Lares-Navarra, Eduardo Mateo, ha puesto en valor la labor del personal de las residencias ante la pandemia, un personal que "ha estado en primera línea, dando lo mejor de sí mismos, ha cuidado, acompañado, ayudado, calmado y abrazado, ha sustituido con su cariño ese que no podía entrar por las puertas de nuestros centros". "Ha sido todo un ejercicio de imaginación, empatía y responsabilidad para garantizar toda la seguridad que estaba en nuestras manos", ha remarcado.

También Rafael Sánchez Ostiz, presidente de ANEA, ha puesto en valor el compromiso de los trabajadores, así como el "valor" de los centros y de las personas mayores ante el Covid-19. Y ha destacado que Navarra tiene "la mejor red de residencias de todo el Estado, algo que se constata y que nos empuja a seguir trabajando y mejorando la calidad de vida de tantas personas".

Navarra cuenta con 72 centros residenciales, con un total 6.011 plazas autorizadas. El sector cuenta con cerca de 4.000 profesionales. En la actualidad, el número de plazas vacantes es de 749, si bien en los cuatro primeros meses de 2021 el número de plazas desocupadas "ha disminuido en 103 plazas".

LA CAMPAÑA

Con la campaña de publicidad impulsada por el Gobierno de Navarra, se busca transmitir a la ciudadanía que las residencias de mayores en Navarra son "centros seguros, donde las personas mayores están bien cuidadas y se sienten bien, y reciben cuidados profesionales y van a estar en buenas manos cuando, por distintas razones, ya no pueden permanecer en su domicilio".

En concreto, la campaña da protagonismo a residentes en centros y sus cuidadoras habituales, con las que mantiene un vínculo real y comparten muchos momentos del día a día.

Se centra sobre la idea de que ese vínculo que se entabla entre ambas personas, genera emociones que se pueden ver y escuchar. Para ello, a través de un electromiograma, se registraron los movimientos musculares de la cara cuando las personas sonríen, al realizar alguna actividad en común. Para ello se ha contado con la colaboración de Javier Rodríguez, profesor de ingeniería biomédica en la UPNA.

Este procedimiento ha permitido comprobar que las ondas registradas de la persona mayor y su cuidadora son muy similares. Comparten una misma emoción. El siguiente paso fue convertir esas ondas en música. De ello, se ha encargado el músico Carlos Ema, nacido en Navarra y afincado en los Países Bajos.


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